A pesar de ello está considerada como una buena
fachada, inspirada en la desaparecida homóloga de Santiago de Compostela. En la ornamentación se pueden contemplar vestigios islámicos de influencia de la
escuela del Maestro Mateo. En el pilar central se halla la figura del rey David, removida de su lugar originario y colocada aquí en el siglo XVI.