En los días gélidos y calles desnudas de ese pueblo que forma parte de mi historia y pronto de mi los años dorados de la mayor edad. Casas rubricadas de ancestros. Singularidad, humildad, pero gozo de ser de pertener sea de O Pazo de la Aldea. Cada uno defiende sus raíces más primigenias pero algunos como es mi caso deambulos de una parte del pueblo porque así lo conocimos, lo vivimos y estuvimos. Quizás entonces de San Miguel nada más sin tildar otro acento mayor que por otra parte en mi caso no ... (ver texto completo)