Estas pasandote del limite amigo, pedistes disculpas como un SR y ahora sales ofendiendo a todo el mundo. La verdad que eres un primo, pero con mucha mala educación y a la vez muy mariquita. Yo jamas dejaria que alguien mencionase a mi madre y ati te dio lo mismo, en este foro nadie te cree nada. Porque alguien con pelotas pone su nombre y apellidos y arregla este pique fuera del foro.
Todo lo que me dices no serias capaz de decirmelo en la cara, porque ya sabes lo que te pasaria. No seas primo y por favor ya te dare un tapón para que no pierdas aceite.
Todo lo que me dices no serias capaz de decirmelo en la cara, porque ya sabes lo que te pasaria. No seas primo y por favor ya te dare un tapón para que no pierdas aceite.
Amigo Manuele: A éste elemento nin caso, creo que tú xa o puseste no seu sitio, eu sinceramente penso que o que nos téin é enveixa como vei que nos levamos béin, será larapio, eu xa nin quero decirle nada pois a min me téin confundido, pero o que dixo oxe é mexar fora do testo, meu Deus a paciencia que temos de ter, conta conmigo, si sabes quéin é no brahún eu levo un cubo de agua y regamolo como si fose un capullo, pois eu penso que téin tudos los números.
Unha aperta.
Unha aperta.
Amigo 2525, en la vida hay dos tipos de personas, unos tristes rencorosos y otros alegres y bonachones, yo usted y mi amigo OFRIERES nos quedamos con los ultimos.
Este verano os presento y ojo con levantar la falda a la Loca del Tango, bueno me imagino que delante de hombres asi se las pondra limpias.
Espero que seais respetuosos con ella, porque anda media enamorada del Militar
que por cierto tiene que tener alguna misión que no aparece.
Saludos amigos
Este verano os presento y ojo con levantar la falda a la Loca del Tango, bueno me imagino que delante de hombres asi se las pondra limpias.
Espero que seais respetuosos con ella, porque anda media enamorada del Militar
que por cierto tiene que tener alguna misión que no aparece.
Saludos amigos
Señor Varela: Veo que advierte usted mi mutis por el foro. Le agradezco esa atención.
Esta vez mi misión ha carecido de connotaciones militares. Tampoco de espionaje, para el control de ese Oso que amaga usted con resucitar.
He viajado con Doña Pita Moñuda en el Alvia a la capital, para conocer a sus tres hijos, los cuales están muy bien colocados en esta nuestra querida y sufrida Patria, la de los seis millones de inactivos.
Conocí así mismo el barrio de Lavapiés, verdadero crisol multirracial.
El mayor de los jóvenes, profesor de la Universidad a Distancia, nos invitó a cenar el sábado. Cuando vi que, para la cena, entrábamos en el Aulario de las Escuelas Pías, de la UNED, pensé que el muy tacaño se comportaba como si un servidor invitase al rancho del cuartel.
Sin embargo allí, en la cuarta planta, con una espléndida azotea, está el Gaudeamus Café. Supongo que será la empresa concesionaria del servicio de restaurante y cafetería para aquel centro educativo.
No nos dieron "ropa vieja", como nos hubieran servido en el cuartel, sino una cena inolvidable, con un menú-degustación increíble, en aquella maravillosa terraza a cuatro pisos sobre una castiza corrala, que buenos cuartos le habrá costado al mozo.
La educación de los tres mozalbetes, extraordinaria. Creo que no hubieran tratado mejor a su propio padre.
Me parece que los pies de esta señora mía se están enamorando perdidamente de mis velludas pantorrillas. Cada vez se refugian con más satisfacción entre su pelambrera.
A la orden de usted.
Esta vez mi misión ha carecido de connotaciones militares. Tampoco de espionaje, para el control de ese Oso que amaga usted con resucitar.
He viajado con Doña Pita Moñuda en el Alvia a la capital, para conocer a sus tres hijos, los cuales están muy bien colocados en esta nuestra querida y sufrida Patria, la de los seis millones de inactivos.
Conocí así mismo el barrio de Lavapiés, verdadero crisol multirracial.
El mayor de los jóvenes, profesor de la Universidad a Distancia, nos invitó a cenar el sábado. Cuando vi que, para la cena, entrábamos en el Aulario de las Escuelas Pías, de la UNED, pensé que el muy tacaño se comportaba como si un servidor invitase al rancho del cuartel.
Sin embargo allí, en la cuarta planta, con una espléndida azotea, está el Gaudeamus Café. Supongo que será la empresa concesionaria del servicio de restaurante y cafetería para aquel centro educativo.
No nos dieron "ropa vieja", como nos hubieran servido en el cuartel, sino una cena inolvidable, con un menú-degustación increíble, en aquella maravillosa terraza a cuatro pisos sobre una castiza corrala, que buenos cuartos le habrá costado al mozo.
La educación de los tres mozalbetes, extraordinaria. Creo que no hubieran tratado mejor a su propio padre.
Me parece que los pies de esta señora mía se están enamorando perdidamente de mis velludas pantorrillas. Cada vez se refugian con más satisfacción entre su pelambrera.
A la orden de usted.
