Gracias Pepita. Sois muy trabajadores escribiendo en el foro, tocáis muchos temas y bien, me gustó ese poema donde mencionas la la Madre de la Tuiza, o Marbón, a mallada, nos resulta familiar, muy bien Ballesteros. También enhorabuena por el examen, yo contaba que eso para ti estaba chupado. Estos días estuvimos por Lubián y ya estamos de vuelta. Este viaje no fue en el AVE, pero si relacionado con ello, notificaron a la gente del Ayuntamiento de Lubián, par que fuésemos a firmar la conformidad de lo que nos van a pagar por las fincas que van a expropiar, supongo que en Villavieja también lo habrán hecho. Valoran muy poco los terrenos, algo más si son prados, castaños, o robledal, está claro, que pretenden hacer el camino del AVE ahorrando lo más posible.
Un día vamos mi mujer y yo, con la buena intención de gastarnos unos € en la Lareira del Cañizo, sorpresa, cerrado por indefinido, adiós botelos y demás embutidos, la crisis se va notando que también llega a los pueblos de la zona.
Y hablando de la crisis de que hay que ahorrar, a veces pasan cosas por ahorrar un €. Xa verás Engazo, Varela, Pepe, 2525, (todos.)
Una señora se presenta en unos grandes almacenes donde momentos antes ha comprado un abanico; está indignadísima por que se le a roto enseguida.
¿pero cómo lo ha roto? pregunta la vendedora.
- No le he roto señorita, se ha roto. Yo me he limitado a moverlo y darme aire en la cara.
- ¿y pretende que un abanico de saldo resista semejante movimiento? Lo que usted debía de hacer era lo contrario: mover la cara ante el abanico.
Un día vamos mi mujer y yo, con la buena intención de gastarnos unos € en la Lareira del Cañizo, sorpresa, cerrado por indefinido, adiós botelos y demás embutidos, la crisis se va notando que también llega a los pueblos de la zona.
Y hablando de la crisis de que hay que ahorrar, a veces pasan cosas por ahorrar un €. Xa verás Engazo, Varela, Pepe, 2525, (todos.)
Una señora se presenta en unos grandes almacenes donde momentos antes ha comprado un abanico; está indignadísima por que se le a roto enseguida.
¿pero cómo lo ha roto? pregunta la vendedora.
- No le he roto señorita, se ha roto. Yo me he limitado a moverlo y darme aire en la cara.
- ¿y pretende que un abanico de saldo resista semejante movimiento? Lo que usted debía de hacer era lo contrario: mover la cara ante el abanico.
