También se han hallado importantes restos celtas, como la famosísima Diadema de
Ribadeo que presenta una decoración de carácter
militar, con guerreros a
caballo y a pie empuñando las armas. Contó con la presencia
romana, como lo atestiguan numerosas piezas de
cerámica y algunas monedas. El núcleo primitivo de Ribadeo se formó en la orilla de la ría, en Porcillán y Cabanela, y posteriormente fue creciendo. Tuvo una
muralla, de la que aún se conservan algunos restos.