Molino de
agua comunitario situado na Portaraíz.
Estos
molinos tenían un gran valor ecológico. Construidos con materiales de la
naturaleza que los rodea,
piedras del
río, barro y madera, lejos de resultar discordantes con el
paisaje se funden con su
color natural resaltando incluso su belleza y transmitiendo paz y sosiego al ambiente. El resultado es, sin duda, un canto a la sabiduría de aquellos hombres que supieron valerse de la naturaleza aprovechando su fuerza, respetando, sin embargo, su curso.