UN FANTASMA ENTRE RÍAS
Entre la Ría de Betanzos y la Ría de Eume dicen que existen fantasmas que no se alejan de aquel bonito paisaje, Cuentan las historias que un matrimonio compro hace años una vivienda en dicho lugar, fue una compra muy buena y beneficiosa para ese matrimonio hace 25, años, que estando el matrimonio trabajando apenas disfrutaron de dicha casa, ya que solo iban en verano y poco tiempo, parece ser que al jubilarse el matrimonio y estar mucho más tiempo en ese lugar, el fantasma hizo su aparición que antes de vender ese piso habito dicho inmueble, Hubo vecinos que les contaron al matrimonio, que este fantasma acabo su vida suicidándose, y que era un hombre bastante raro e insociable, más no sabían como podría estar dentro de esa vivienda dando la lata, Ya que las noches se movían sillas, mesas, incluso vasos y jarras por la cocina, y las luces de la vivienda se encendían y apagaban sin cesar, y estando viendo la televisión parecía que tenían algún ser humano al lado, ya que se escuchaba su respirar, y veían como se movía alguna silla, La esposa miraba al frigorífico, todo estaba igual no faltaba nada, miraban en el buzón de cartas, y solamente aparecía propaganda, Un día por la noche el marido se quedó solo viendo una película en la televisión, y se colocó una copa de anís dulce, y que se fue bebiendo despacio, más al rato se dio cuenta que la copa estaba agotada, y eso que él no lo había bebido, miró el hombre alrededor, no veía nada, solamente la pantalla del televisor, que seguía funcionando sin ningún problema, este hombre pensó el fantasma que comenta mi esposa me debe de haber bebido el líquido, el hombre intento levantar a su esposa para comentárselo, más la manilla de abrir la puerta de esa habitación cedió y no se abrió dicha puerta, la esposa al sentir ruidos en la puerta e intento levantarse para ayudar a su marido, era imposible, tuvo el marido que coger una palanca que tenia escondida como defensa, y apalanco dicha puerta rompiendo su cerradura. El matrimonio cogió miedo, y al día siguiente sin decir nada pusieron su casa en venta, no querían contar nada raro, y un turista que andaba de paso fue quien compro la casa sin conocer su historia, este matrimonio se alejo de ese terreno sin comentar a nadie su extraño viaje, la casa se vendió por debajo del valor que tenía, era la segunda vez que eso ocurría. G X Cantalapiedra.
Entre la Ría de Betanzos y la Ría de Eume dicen que existen fantasmas que no se alejan de aquel bonito paisaje, Cuentan las historias que un matrimonio compro hace años una vivienda en dicho lugar, fue una compra muy buena y beneficiosa para ese matrimonio hace 25, años, que estando el matrimonio trabajando apenas disfrutaron de dicha casa, ya que solo iban en verano y poco tiempo, parece ser que al jubilarse el matrimonio y estar mucho más tiempo en ese lugar, el fantasma hizo su aparición que antes de vender ese piso habito dicho inmueble, Hubo vecinos que les contaron al matrimonio, que este fantasma acabo su vida suicidándose, y que era un hombre bastante raro e insociable, más no sabían como podría estar dentro de esa vivienda dando la lata, Ya que las noches se movían sillas, mesas, incluso vasos y jarras por la cocina, y las luces de la vivienda se encendían y apagaban sin cesar, y estando viendo la televisión parecía que tenían algún ser humano al lado, ya que se escuchaba su respirar, y veían como se movía alguna silla, La esposa miraba al frigorífico, todo estaba igual no faltaba nada, miraban en el buzón de cartas, y solamente aparecía propaganda, Un día por la noche el marido se quedó solo viendo una película en la televisión, y se colocó una copa de anís dulce, y que se fue bebiendo despacio, más al rato se dio cuenta que la copa estaba agotada, y eso que él no lo había bebido, miró el hombre alrededor, no veía nada, solamente la pantalla del televisor, que seguía funcionando sin ningún problema, este hombre pensó el fantasma que comenta mi esposa me debe de haber bebido el líquido, el hombre intento levantar a su esposa para comentárselo, más la manilla de abrir la puerta de esa habitación cedió y no se abrió dicha puerta, la esposa al sentir ruidos en la puerta e intento levantarse para ayudar a su marido, era imposible, tuvo el marido que coger una palanca que tenia escondida como defensa, y apalanco dicha puerta rompiendo su cerradura. El matrimonio cogió miedo, y al día siguiente sin decir nada pusieron su casa en venta, no querían contar nada raro, y un turista que andaba de paso fue quien compro la casa sin conocer su historia, este matrimonio se alejo de ese terreno sin comentar a nadie su extraño viaje, la casa se vendió por debajo del valor que tenía, era la segunda vez que eso ocurría. G X Cantalapiedra.