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Decía entre otras cosas una antigua enciclopedia, Ares: posee acantilados y playas arenosas, (Ares y Sselle) Pesca de sardina, párrochas y abadejos, jureles y lubinas, conservas y salazón de pescado, fundición de metales, muebles.
Quien no recuerda el taller de fundición, y dos carpinterías y aquel zoqueiro que en la calle Real elaboraba con su faena un hacer que en Ares se queda para la amécdota.
Como le llamaban al zoqueiro, ¿dejó familia?
Las comparsas en Ares tenían un profundo arraigo y una cuidadosa puesta en escena, recuerdo siendo niño el colorido y la magestad con que desfilaban, luego al pasar del tiempo se fueron diluyendo ignoro si por falta de apoyo institucional o por la ausencia de quienes la dirigían o por la carencia de relevo generacional
Allá a mediados de los 50 una que se refería al Marengo y los héroes del mar, más tarde la de Pierrosts y Colombinas.
Se repartían letrillas con el contenido de las canciones que ... (ver texto completo)
El mito do Trasno, común en los pueblos de la costa Coruñesa y lucense con sus variantes por razón de localidad, también está representado en Ares, se le atribuye la cueva (a cova do Trasno) en el lugar que que hace esquina en la playa del juncal, con la prolongación que desde las rocas bajas se dirigen en línea recta hacia la playa de Seselle, el derrumbe la hizo desaparecer
No me atrevo a hacer mención a aquella leyenda que oí de niño y somatizada por el pensamiento mágico de alguna gente
Pensamiento ... (ver texto completo)
Hace algo más de cuarenta años, me encontraba en el muelle enfrente al casino, sentado en el petril, apareció Raúl preguntando si había partido en la playa, le apetecía jugar así como los que allí estábamos pero nadie había traído un balón
Acordamos que al día siguiente alguien se encargaría de avisar a cualquiera que lo tuviese, fué la última invitacían que tuve de participar en algo que no sólo me divertía a mí ya que el poder de convocatoria siempre conducía a excedentes por lo divertido que ... (ver texto completo)
Tiene que haber alguna razón sociológica por la cual, en Ares era muy común aplicar motes que rebasavan el límite del esperpento y algunos rozando el carácter escatólógico quedando luego como herencia para sus venideras generaciones
¿Quedan verderolos? que antes abundaban casi tanto como los gorriones que cuando el trigo llegaba a su apogeo suponían una plaga, su instinto les hablaba de la abundancia de productos para su consumo y se multiplicaban como conejos
Algún jilguero gorrión o lo que se cruzaba por mi camino caía cuando paseaba por la huerta o me iba dar una vuelta por el campo a ver si atrapaba algún mirlo, con el tirachinas de llanta de coche no que fuese un Guillermo Tehll pero alguno era víctima de la cacería
Quienes ... (ver texto completo)
La rampa grande o la rampa pequeña, recordando aquellos años cuando abundaban panchitos también se dejaban ver fanecas, otros pequeños y aplanados de los cuales ignoro su nombre, comvocaba a niños y menos niños con caña o simple sedal aguardando que alguno pícara, no hacía falta ser un experto pues los menos exigentes nunca quedaban de vacío, algún año se dió el caso de invasión en forma de bancos de párrochitas que teñian de gris oscuro todo el espacio de la ría, muchos pececitos eran arrastrados por las olas a la arena de la playa.
La inmensa despensa de proteína atraía a los depredadores los voraces tornos que frecuentemente eran víctimas del anzuelo, el torno le llamaban creo que en realidad se trataba de la caballa ... (ver texto completo)
Bajaba el sonido de un motor por la chimenea, delataba que un xeito partía para pescar, era una apacible noche de primavera cuando juntos alrededor de una mesa aguardábamos para empezar a cenar, mientras la radio emitía un capítulo mas de la singular familia conocida por casi todos cuando no existía la televisión, Matilde, Perico y Periquín, apenas terminar la representación radiada era la señal asumida por todos que era hora de ir a la cama, a la mañana siguiente tocaba la habitual faena para los ... (ver texto completo)
De tanto mirar al ombligo dejamos el tiempo pasar y ya es tarde cuando nos damos cuenta que ya no están aquellas viejecitas de rostro arrugado que cuando llegabas dándote la bienvenida te venían a abrazar y dejaban ver un solo diente por que no necesitaban mas para expresarte con sus risas los afectos haciéndote sentir la persona más importante del mundo por que la riqueza es aleatoria cuando sientes aquella presencia contandote las arrugas historias incapaces de describir por el mejor de los autores
Te lo digo querido amigo que ya no estás y que tanto te entusiasmaba la literatura
Hazme caso un pueblo no es su continente sino su contenido
Aunque digan que no es bueno mirar atrás no estoy de acuerdo para reiniciar la carrera recular para tomar carrerilla y seguir hacia adelante puede ser imprescindible ... (ver texto completo)
En donde se encuentra el Club de Remo, y para acceder a las tierras que se que se hallan por esas inmediaciones, había que subir por una senda estrecha y más o menos a su medio trayecto recuerdo a la gente lavando, tenía que ser muy pequeño cuando subiendo con mi abuela para acceder a una de esas fincas en donde trabajaba en un patatal, la sed se me hacía insoportable y una mujer que allí se encontraba lavando después de yo demandarlo cuando apenas sabía hablar me ofrecía agua en un cazo y me sacó ... (ver texto completo)
El río de la cachorra en invierno arrastraba un respetable caudal, produciendo algunos inviernos inundaciones que anegadan casas próximas a la iglesia parroquisl recurriendo a los cubos para la evacuación y achique.
Cuando el Mazote acogía un pequeño humedal de aguas que iban hacia Joterras y las ranas al atardecer iniciaban un ensordecedor concierto, hablaban distinto idioma que el de las Xunque iras me lo contó un afamado naturalista.
Entonces el ecologismo no tenía razón de ser
Y por qué no citar a Julio que hizo la mili en Cádiz y allí probó en el equipo local
Una lesión en la rodilla le impidió seguir su evolución entonces la cirugía era de mazo y cincel.
Si fuera en tiempos de hoy, estaríamos hablando de una figura
Numancia de Ares, club de fútbol cuya fundación se pierde en los tiempos de cuando se empezaba a practicar el fútbol en España, en la época que conozco se nutría de jugadores que aprovechando que estaban haciendo la mili el teniente coronel de Infantería de Marina don Luis Pubul les facilitaba el acceso al equipo a cambio de alguna compensación en el período militar de estancia.
A los que se les bautizó cómo los siete machos eran vascos que marcaron una época, solo recuerdo el nombre de un tal Cuervo ... (ver texto completo)
No comparto la ausencia de una normativa que impida la captura indiscriminada de almejas y berberecho que hace que Ares semeja en verano, el lugar idóneo del turista que busca el lugar de degustacíón de marisco caído del cielo como si del cielo de Ares cayera el maná.