AL MARCHARME DE GALICIA
Entre brisas marineras
busco en Galicia la calma,
viendo costas y riberas
que parecen tener alma.
Brisas de vientos marinos
entre verdes arbolados,
lugares que son divinos
en paisajes encantados.
Con el corazón latiendo
siento latir mí conciencia,
Galicia la voy queriendo
sin conocer bien su ciencia.
Al marcharme de Galicia
entre lluvias invernales,
siento que existe delicia
en sus montes naturales.
Galicia de sombras grandes
que siembran melancolía,
el sol nos deja en sus tardes
su serena letanía.
Galicia de marineros
en sus rías navegables,
con gestos aventureros
en rutas interminables.
Los misterios de Galicia
te dejan sueños cortados.
es su brisa la caricia
de vientos iluminados.
Andando por sus caminos
entre montes adorados,
se conocen viejos signos
de otros tiempos ya pasados.
Al despedirme lo noto,
mí corazón va temblando,
nadie puede poner coto
a lo que voy contemplando.
G X Cantalapiedra.
Entre brisas marineras
busco en Galicia la calma,
viendo costas y riberas
que parecen tener alma.
Brisas de vientos marinos
entre verdes arbolados,
lugares que son divinos
en paisajes encantados.
Con el corazón latiendo
siento latir mí conciencia,
Galicia la voy queriendo
sin conocer bien su ciencia.
Al marcharme de Galicia
entre lluvias invernales,
siento que existe delicia
en sus montes naturales.
Galicia de sombras grandes
que siembran melancolía,
el sol nos deja en sus tardes
su serena letanía.
Galicia de marineros
en sus rías navegables,
con gestos aventureros
en rutas interminables.
Los misterios de Galicia
te dejan sueños cortados.
es su brisa la caricia
de vientos iluminados.
Andando por sus caminos
entre montes adorados,
se conocen viejos signos
de otros tiempos ya pasados.
Al despedirme lo noto,
mí corazón va temblando,
nadie puede poner coto
a lo que voy contemplando.
G X Cantalapiedra.