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VALDEFUENTES: Murieron apuñaladas, atropelladas, quemadas vivas,...

Murieron apuñaladas, atropelladas, quemadas vivas, descuartizadas, lanzadas al vacío, golpeadas hasta la muerte…., tras soportar durante años en silencio los malos tratos, las agresiones, las amenazas. Ni el sistema judicial ni las Fuerzas de seguridad pudieron o supieron protegerlas: Si me acosan o violan es mi culpa, voy muy provocativa y es muy lógico que los hombres se sientan tentados. Es fundamental para mantener una buena relación comprender que mi marido o compañero salga a desfogarse de vez en cuando, es su naturaleza, pero en el fondo nos quieren, al fin y al cabo nuestro estado ideal es el atenderlos a ellos y a sus necesidades, es por lo que hemos luchado desde nuestro nacimiento. Además si nuestro marido o compañero pierde los nervios de vez en cuando y nos pega es porque algo hemos hecho mal. Las españolas, superan en un 2% en población a los hombres, aunque en salario reciben 40% menos que ellos. No nos importa cobrar menos que los hombres, aunque tengamos las mismas responsabilidades y hagamos las mismas cosas. Nos conformamos con trabajar, tampoco nos importa que los compañeros aprovechen nuestras ideas en proyectos para hacer méritos que los procuren aumentos y ascensos. Estamos acostumbradas a la precariedad, desempleo, discriminación, abusos, menos sueldo, menos posibilidades de ascender. Forma parte de nuestro presente como mujer. Las responsabilidades familiares que tradicionalmente se le adjudican a la mujer son uno de los lastres que merma sus posibilidades a la hora de acceder o permanecer en el empleo. La conciliación entre la vida laboral y la familiar sigue siendo uno de los puntos que entorpece la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral. Las mujeres dedican cada día 7 horas y 22 minutos al trabajo doméstico (mantenimiento y limpieza del hogar, cuidado de los hijos, compras y otros asuntos). Los hombres, poco más de 3 horas. Día a día de una madre trabajadora, TENSIóN!!! Llega al trabajo después de varias horas corriendo, aprovecha la comida o el café para hacer recados, sale disparada hacia casa después de acelerar toda la jornada para poder salir a su hora, esto último muchas veces con la desaprobación de sus superiores. Continúa su jornada diaria entre los centrifugados, planchas, sartenes y si pueden los deberes escolares de sus hijos. Es fácil que le den las doce de la noche realizando sus deberes del hogar y tendrá suerte si los niños no se despiertan durante las pocas horas de sueño que le quedan. Corre y corre pero nunca llega a todo y su frustración y culpabilidad es permanente. Y aún así, damos gracias por poder trabajar, pese a la poca efectividad de la ley que prevé flexibilizar las condiciones laborales para responder como se merece a la vida familiar. Pese a la reticencia de las empresas privadas, la iniciativa del Gobierno prevé que, en cuatro años, sean mujeres el 40 por ciento de los miembros de los consejos de administración. Para lograrlo, favorecerá la adjudicación de contratos públicos a las empresas que, en igualdad de ofertas, tengan más representación femenina en sus órganos de decisión. El borrador aprobado el 3 de marzo de 2006 prevé modificar la Ley Electoral para que en las listas electorales no haya más de un 40 ni menos del 60 por ciento de candidatos de uno u otro sexo. El propio Consejo de Ministros se proclama garante a la hora de velar para en los nombramientos de cargos públicos exista paridad. Sólo una de cada tres altos cargos públicos es mujer, estamos contentas y nos sentimos representadas. Las mujeres carecemos de ambición por eso la mayoría de los puestos son ocupados por hombres. Publicidad sexista. Los anunciantes y publicistas nos siguen comprando con los clásicos roles que los varones tienen asignados a las mujeres para endosar sus productos al consumidor. Debemos sentirnos halagadas, nuestro cuerpo y nuestro sexo puede vender hasta una batería para coches. Según documento del Vaticano la mujer es verdaderamente «otra» respecto al hombre, pero en modo alguno menos sujeto en relación con el hombre. Cada uno de ellos es sujeto, entendido como persona plenamente autoconsciente y autodeterminante, hecha a imagen de Dios. La mujer es sencillamente una manifestación corpórea diferente de tal imagen. Además, ninguno de ellos puede por sí solo reflejar plenamente la imagen de Dios. Que razón tienen estos santos señores, grandes admiradores de María. Ellos representan y forman parte del plan divino, ellos no son ni hombres ni mujeres, son seres pertenecientes al plan divino, solamente ellos puedan representar plenamente la imagen de Dios, aceptamos que nieguen a las mujeres su ordenación sacerdotal, ellas por si solas no pueden reflejar la imagen de Dios.