Vista aerea de la Plaza Mayor desde el Castillo, TRUJILLO

Vista de gran parte de la población desde una de las torres del castillo.
Destaca sobre el conjunto urbano la silueta del recinto amurallado medieval, con sus numerosas torres. Predomina, sin embargo, la arquitectura de los siglos XV y XVI, particularmente la civil, con sus mansiones nobiliarias que le dan el carácter a la ciudad, en muchos casos ligadas a los principales personajes del descubrimiento y colonización de América. Estos descubridores y sus descendientes volvían a su tierra natal, haciéndose construir magníficas residencias, en las que quedaba plasmada la aventura americana.
La Plaza Mayor de Trujillo conforma un espacio arquitectónico de gran belleza y monumentalidad. En ella se encuentran las iglesias de la Sangre, de estilo barroco, y la de San Martín, gótico-renacentista. En el centro se encuentra la estatua ecuestre de Francisco Pizarro, obra del norteamericano Charles Rumsey.
Palacios como el de la Conquista, plateresco, construido por Hernando Pizarro, con un artístico balcón de esquina. El palacio de Chaves-Cárdenas, Condes de Quintanilla. El antiguo Ayuntamiento, con un artístico salón y cúpula pintada. El palacio de Piedras Albas, de los Suárez de Toledo, con una galería de influencia florentina. La Casa de la Cadena, así llamada por la cadena que cuelga sobre el dintel y que representa el derecho de asilo concedido por Felipe II. Al fondo de esta casa se puede contemplar la torre del Alfiler y tras ella, el Palacio de Santa Marta.
Trujillo cuenta con numerosos conventos, como el de las Jerónimas, del s. XV, el de Santa Clara, del s. XVI, actualmente Parador de Turismo, el de las Dominicas, fundado por Isabel la Católica, y el convento de San Pedro, dela orden franciscana, del s. XVI. El de San Francisco es el más significativo de la ciudad.
(2009)