Amigo Manolo: Precisamente porque tú te mueves en los ambientes asturianos de la capital, me pareció oportuno recordar a dicho restaurante. He podido disfrutar em muchos sitios del codillo que como tú sabes es un plato contundente donde los haya. Pues bien no he comido en ningún sitio uno tan extraordinario como allí y eso que los he probado en muchos sitios de la geografía española. Claro después de esa pantagruélica cena había que bajarlo paseando por el paseo de recoletos hasta Atocha y vuelta. ... (ver texto completo)
Es verdad Vicente. Eran memorables los codillos. Y en general todas
las carnes que tenían eran fabulosas.
Marino, el dueño, había trabajado -hasta que se instaló por su cuenta
con El Luarques - en el Restaurante Hilogui, en la misma calle de
Ventura de la Vega en la acera de enfrente y un poco más arriba
dirección hacia Carrera de San Jerónimo. Alli ponían tambien unos
exquisitos codillos, pero Marino los superó. Y mira que la fama en
Madrid la tenia - y tiene- el Edelweis, en la ... (ver texto completo)
las carnes que tenían eran fabulosas.
Marino, el dueño, había trabajado -hasta que se instaló por su cuenta
con El Luarques - en el Restaurante Hilogui, en la misma calle de
Ventura de la Vega en la acera de enfrente y un poco más arriba
dirección hacia Carrera de San Jerónimo. Alli ponían tambien unos
exquisitos codillos, pero Marino los superó. Y mira que la fama en
Madrid la tenia - y tiene- el Edelweis, en la ... (ver texto completo)