Mis primeros recuerdos de Sanitbáñez (con a ayuda de mi madre) se remontan a los 9 meses, ella dice que fué la 1ª vez que me llevó al pueblo donde ella y mi padre habían nacido. Fué mi abuelo quien tuvo que bajar a recoger nuestras maletas al parador de la "Tia Ana" con el mulo, ya que el autobús aún no subía al Santibáñez de calles empedradas.ç
Desde entonces hasta ahora las cosas han cambiado mucho, se subió el agua, se arreglaron las calles, se mejoró el alumbrado, se hizo la piscina natural (ya que la municipal está abandonada por las autoridades), aunque en ese proceso de mejora se perdió, ver las cabras por las calles, las burros, aunque se sigue conservando la costumbre de ver a las vecinas a la sombra de las tardes de verano reunidas para coser y hacer punto.
Doy fe que me escapo a "mi pueblo" en cuanto puedo ( y de eso saben bien mis amigos y gente de allí), a veces voy un sábado y vuelvo el domingo. Cuando estoy en Bilbao echo de menos esa paz, el sonido del reloj de la iglesia, de los pájaros anidando en la higuera en frente de mi casa.
Mis amigos (Bilbao) ni mi familia entiende mi pasión por Santibáñez y yo ya he desistindo en explicarlo, y es que copiando otra frase de alguién que ha escrito en este foro "Esto es muy grande" y mi amiga Eva que me contesta: "Grande no sé, pero si alto".
Yo he animado a toda mi cuadrilla a visitarlo y todos se marcharon encantados y yo orgullosa que ellos hayan podido ver por unos pocos días de lo que yo disfruto en cuando puedo.
Siempre he tenido ganas de expresar todos estos pensamienos, pero ha sido leer las palabras del Juli (Lucas) lo que me ha animado a hacerlo, al darme cuenta que hay otras personas que no son del pueblo que valoran lo que siempre he tratado de explicar dentro y fuera de Santibáñez, aún sin haber nacido allí.
LA MOLINERA.
Desde entonces hasta ahora las cosas han cambiado mucho, se subió el agua, se arreglaron las calles, se mejoró el alumbrado, se hizo la piscina natural (ya que la municipal está abandonada por las autoridades), aunque en ese proceso de mejora se perdió, ver las cabras por las calles, las burros, aunque se sigue conservando la costumbre de ver a las vecinas a la sombra de las tardes de verano reunidas para coser y hacer punto.
Doy fe que me escapo a "mi pueblo" en cuanto puedo ( y de eso saben bien mis amigos y gente de allí), a veces voy un sábado y vuelvo el domingo. Cuando estoy en Bilbao echo de menos esa paz, el sonido del reloj de la iglesia, de los pájaros anidando en la higuera en frente de mi casa.
Mis amigos (Bilbao) ni mi familia entiende mi pasión por Santibáñez y yo ya he desistindo en explicarlo, y es que copiando otra frase de alguién que ha escrito en este foro "Esto es muy grande" y mi amiga Eva que me contesta: "Grande no sé, pero si alto".
Yo he animado a toda mi cuadrilla a visitarlo y todos se marcharon encantados y yo orgullosa que ellos hayan podido ver por unos pocos días de lo que yo disfruto en cuando puedo.
Siempre he tenido ganas de expresar todos estos pensamienos, pero ha sido leer las palabras del Juli (Lucas) lo que me ha animado a hacerlo, al darme cuenta que hay otras personas que no son del pueblo que valoran lo que siempre he tratado de explicar dentro y fuera de Santibáñez, aún sin haber nacido allí.
LA MOLINERA.