SANTA CRUZ DE LA SIERRA: >>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>+++ <<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<<...

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<<<<<No ha devuelto el dinero robado ninguno, de los delincuentes y quieres que lo haga él, seria tremendamente injusto, en España aún queda un poco de justicia. Carnicero, tu sincera opinión es propia de un "loco", por favor un respeto a los que tienen por profesión el hurto.
¿Qué fue devuelto por Roldal, el Dionis, Gescartera, Filatelia, Mario Conde, Julian Muñoz, Roca, Rato, constructores de viviendas en Andalucia y el montón numeroso de banqueros?. Nada los protege la Ley.>>>>>
Urdangarín, sin merienda

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CARLOS Carnicero 31/08/2012
THtay dos medidas que revelan el sustrato cutre de esta crisis: dejar a los presos de Cataluña sin merienda y hacer pagar a los niños por calentar la comida en las escuelas. Pura naftalina.
Ahora, como vamos conociendo más trampas de Iñaki Urdangarin, nos desayunamos con que el yerno del Rey de España ha pedido excedencia en Telefónica para no dañar a la compañía. Urdangarin se ha quedado, también, sin merienda.
No he entendido por qué en un primer momento de este escándalo el duque de Palma no reaccionó como los nobles de antes. Sacrificarse a favor de La Corona para no deteriorar su imagen hubiera sido una medida costosa pero inteligente.
Solo una frase que pronunció el Rey cuando se rompió la cadera matando elefantes. "Lo siento, me he equivocado; no volverá a suceder" hubiera bastado. Y, a continuación, pedir la liquidación de sus estafas a la fiscalía para devolver sin condiciones hasta la última peseta.
Hubiera sido perdonado por la opinión pública y tratado con consideración por la Justicia. Quien pagaba el servicio a cuenta de sus fundaciones no ha tenido esa grandeza. Y ahora, con nuevas facturas a cambio de nada, el futuro judicial del duque es carnaza para quienes quieren debilitar a la Monarquía.
El duque ya no tiene en activo la canonjía de Telefónica. Una medida acertada desde los intereses de la multinacional, pero insuficiente. La opinión pública no va a tener piedad con el marido de la infanta Cristina porque la lógica cruel de la crisis fomentará las horcas caudinas contra un miembro de la realeza.