Durante esa época todos los bandos a los que se unía
Plasencia resultaban perdedores en las batallas. Esta serie de decisiones fracasadas hicieron mella durante unos años en la estabilidad, honor y recursos de la ciudad. No obstante, en la
historia de nuestra ciudad podemos ver como pese a las malas deciciones estratégicas, se fue capaz de llegar a tener la capitalidad de provincia además de la de diócesis, que fue al poco de su fundación.