Soportales en la plaza, PLASENCIA

Las crisis de abastecimientos y las epidemias también contribuyeron a la decadencia de la ciudad. A lo largo de los siglos XVII y XVIII, la mortalidad era alta debido a las carencias alimentarias y a las dolencias. El gobierno de la ciudad se mostró ineficaz para contrariar la decadencia. La participación de los ciudadanos en el gobierno municipal era prácticamente nula, estando el poder concentrado de una forma nunca vista en la aristocracia, asistiéndose a una gran inflación de cargos, una situación en gran parte resultante de la venta de lugares perpetuos iniciada en el siglo XVI y continuada en el siglo siguiente. Al frente del gobierno se encontraba un corregidor, que concentraba en sí las funciones políticas, económicas, judiciales y militares. Junto al corregidor se encontraba el Alcalde Mayor, que asesoraba, sustituía y trataba las cuestiones judiciales. Además de estos, había más de cuarenta regidores perpetuos controlados por una oligarquía encabezada por el marqués de Mirabel, propietario de varios títulos.
(18 de Abril de 2019)