Carnizuelo, te agradezco la
foto, aunque sólo sea por el recuerdo de Camilo. Era una época de grandes emociones; todos remábamos bajo la batuta de un gran timón, D. Paco Neila. Otros tiempos, otras pautas, pero, en definitiva, una
juventud llena de inquietudes. Muchos trapos rotos, pero, al final, una prenda de
pasarela. Armonía, unión, y dos objetivos claros: divertirnos y divertir. ¿Que queda?:
amistad y reflexión; sobre todo reflexión entre las nuevas generaciones.
Un abrazo