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MEMBRIO: PC, tú sabes que la memoria es selectiva, sí, alguna...

CARACOL1. Será para mí, un verdadero placer trasmitirle ese tu sentimiento, que se nota noble y sincero. Perdona si antes no he contestado. Algunos msm., se me pasan, como a mucha gente. Ya te dije que dieras muchos recuerdos a tus padres del segundo de la Catalina. Veo que te acuerdas de la movilización. No me acuerdo del año, pero escribí algo sobre eso a los pocos días. Aunque de poca calidad literaria, debido seguramente a mi juventud, sí de profundo sentimiento. Un saludo. PC

Esto es una descripción cierta de un hecho cierto, que ocurrió ciertamente hace años.

DESTIERRO

Apareció el sustituto, en un enano vehículo,
apedreado de pronto en lo alto de la charca.
Furibunda bienvenida de un pueblo en llamas
a un hombre desconocido de conocida sotana.
Negra estampa, blanco cuello que no sé cómo se llama;
pulcritud en el vestido, como de otros tiempos sacada.
A su encuentro fueron piedras, cuan bíblica fulana;
piedras duras, piedras blandas; armas de la chiquillada.
Irascibilidad, cierto es, a su llegada. Seguro que él
nada sabia o, cuanto menos, no se lo esperaba.
Y todo fue porque se iba el otro, el de la esperanza;
el que no tenía cuello blanco, y si lo tenía, no lo llevaba.
Decrepito y humilde pueblo de la Extremadura lejana,
que tuvo ese pequeño aliciente en su gran desesperanza.
Pueblo que luchó por algo, cuando jamás lo hizo por nada.
¡Que sensación tan extraña! ¡Qué lío, qué mezcolanza!
Y se fue el de la guitarra, “el labrador de más aire”;
el que a vinos invitaba sin distancias ni sotanas...
¡Bien ido seas, compañero! ¡Donde estés, bien te vaya!
Siempre irás en mi recuerdo; jóven hoy, viejo mañana.

Veo, amigo PC, que pasas a la pantalla viejos papeles de color, casi amarillos, seguro que los tenías archivados en aquella vieja carpeta que era tu inseparable compañera y... de la que, a veces sacabas guiones imposibles, propios y... salvando las diferencias artísticas, del "Loco del pelo rojo". Por eso, y por la confianza que, se nota que usted tiene con el diccionario de la RAE, (no Derek), me encanta su composición poética de hechos, creo del 77,,... cuando se fué "El labrador de más aire". Ví la comedia y ví el sainete "La operación del riñón" y recordando este título siempre terminaré con la misma estrofa:
¡Ha muerto Juan "El airoso"
de aire y de movimiento...
Saludos amigo.

Querido Visperas, me asombra tu capacidad para recordar los detalles. Ahora recuerdo perfectamente, la carpeta con los papeles. He perdido parte de aquellos papeles, pero sí, ese que tú dices amarillo, estaba por ahí. Y pertenece al año que dices; una mezcla de rabia, impotencia y esas cosas. Siempre que recuerdas aquellas obras, finalizas con la frase famosa Eres la leche. Pues tengo algo del año 85, aproximadamente, que se lo pondré a ADL, que sé que ahora se identificará con el fondo. Un abrazo. PC

PC, tú sabes que la memoria es selectiva, sí, alguna vez trabajé los mecanismos de la memoría, pero en esos momentos los desconocía, puedo decirte, amigo, que me enteré del acontecimiento que expones en esa composición poética-descriptiva, en un pub de Portugalete, me lo contó un paisano que deambulaba por allí, nos encontramos y entramos en la primera "basílica" que encontramos, recuerdo, se llamaba Lord Bayron, casi nadie al aparato, estábamos los dos sólos y sonaba una melodía inglesa. Pedí, por favor, que cambiase de música y comenzó a sonar una canción que me encantó. He preguntado a muchos amigos el título para "piratearla", entre ellos a tí y a tu hermano Juan, no sabíais el título. Aprovecho la ocasión para pedir, por favor, a todos los foreros que el que pueda darme datos para conseguirla me los facilite, direis y ¿que canción?. Esta era parte de la letra:
Fue nuestro encuentro una tarde
caían las sombras de una tarde gris
suena la música alegre en alguna taberna
del viejo París.

Marylin, Marylin, Marylin
te quiero tanto
Marylin, Marylin, Marylin
eres mi amor.

Nunca se irá de mi mente
la copa de vino bebida entre dos
quise olvidar para siempre los besos perdidos
de aquel gran amor.
Bueno, rondamos casi las doce y nos volvemos sentimentales, ¡claro está la fluctuación de la persona al dominio de sus diferentes estados de ánimo!.