Emotiva
foto, Coguta, te felicito. Ya no hay
vacas como esas, ni vaqueros como aquél. Es la poesía lo que nos hace ver las cosas de otra manera. Un saludo. PC
PC. No es porque fuera mi padre, pero como vaquero, era único y eso sólo lo saben los que lo conociamos. ¡Cómo le gustaba contarme el cuento de las sopas esperrias, en las
noches de
invierno, sentaos al reo de la lumbre y a la luz del candil! Un beso PC