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MEMBRIO: EL VENDEDOR ARROGANTE...

EL VENDEDOR ARROGANTE

Existió hace mucho tiempo en un lejano reino un hombre que vendía escudos y lanzas.
Lo cierto es que eran muy buenos, pero él se jactaba en exceso de las cualidades de sus productos, hasta llegar a exagerar demasiado.
Un día, acudió un comprador muy inteligente que le preguntó por un escudo y una lanza:
– ¡Llegaste al lugar indicado! No hay en todo el planeta escudos y lanzas como los míos –dijo el vencedor, henchido de orgullo–. Mis escudos son tan duros que ninguna lanza puede penetrar en ellos. Y mis lanzas son tan fuertes que atraviesan cualquier escudo...
El joven comprador se quedó pensativo y, al cabo de un rato, preguntó:
–Entonces, si una de tus lanzas choca contra uno de tus escudos..., ¿qué es lo que pasaría?
El vendedor de quedó mudo y el joven se dio media vuelta y salió de la tienda.
Esta historia nos enseña a que no debemos presumir en exceso de lo que tenemos o de lo que somos capaces de hacer porque perdemos credibilidad. La humildad, por otro lado, muchas veces nos evita hacer el ridículo.