La verdad, es que la d nominación de "campanario", va perdiendo predicamento. Lejos ya de cuando había vigilantes continuos en las huertas contra portugueses y franceses principalmente, que con un repiqueteo de campanas ponía a la población en sobre aviso. No hace tampoco cuando se sabía cuándo "tocaban a fuego". Lo de tocará "arrebato", era un toque masalargado con la campana "chica", que después le seguia otro toque en solitario con la campana"grande" seguidamente un repiqueteo continúo con ambas. Los dos grandes campanarios de los últimos tiempos fueron Severiano Alfonso Espárrago y su sobrino Camilo Alfonso Domínguez. A los hemos tenido la suerte de verlos tocar... más que tocar: cantarlas campanas. SALUDOS.
