Demás sabemos que los
bares siempre han sido lugares de relación social, donde se arreglaba el mundo alrededor de la barra, con la ley no escrita de que siempre pagaba al que entraba el que primero estaba. Muchas cosas se aprendían – el que quería aprender y tenía curiosidad, por supuesto – referente al devenir del
pueblo a lo que se llama hoy
tradición oral; eso sí… de oyente sin poder votar, estimar ni parecer alguno. S animaba cuando alguien cazador o no, rifaba una liebre con las cartas de las
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