Vaya mañana de Jueves
Santo que hemos tenido. La
iglesia ha sido un ir y venir de entrando y saliendo gente. Los tres confesionarios han dado sus rendimientos. Vimos a D. Aurelio dentro de uno de ellos frotarse la frente una y otra vez; quizás es que no le “cupiese “más pecados en la cabeza. Tenemos un perfil de que todo es pecado… ya vendrán día que sea todo lo contrario. Se pide cuidado por las mujeres que transportan cuatro hermosos y grandes
espejos para el
Monumento. Ya llegará el día, que pregunten:
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