Uno se crió cerca de un “instructor” en un
pueblo donde (algunos…) llegaban a saber realmente cómo se llamaban, era a cobrar la pensión; dicho “instructor” se ponía muy pesado, como si quisiera que nosotros tuviésemos el día de mañana ese mismo afán; hemos de confesar: que lo consiguió. Es tan así que alguien cercana, cuando queremos desempolvar, desvelar, desenmascara un nombre o apellido puesto en conversación, no espeta: “ ¡A ti que te importa…!”. No decimos que no tenga razón; pudiera ser un
... (ver texto completo)