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MEMBRIO: Hay que ir derecho al grano y a lo principal, "El gato"...

“AYER POR TODO EL DÍA… OCURRIÓ” 71. IV Parte.

No creas “VIRGO” que solo nos interesa “El Gato”, el “Machero de la Morra”, “Los Ojeros”, el “Barranco de los Hornos”, la “Cueva de la Calabaza”, la “•Charca Piñero”, el “Valle El Burro”, el “Valle del Olvido”, la “Mesa El Rey”, “Cuarto Vientos”, “Sierra Morena”, la “•Fuente Lobezno”, la de “La Raya”, “La Cuesta de Las Perdices”, la “Vereda de los Contrabandistas”, “El real de Parral” y tanto y tantos más sitios (el de la “Mesa del Rey”, se podía declarar Real Sitio) de Membrío; sino también estos lugares que tú hoy y en este FORO has hecho referencia; ya sabes que hasta hemos estado en el “Monasterio de la Santa Espina”, y hemos comido en el “Mesón del Labrador” de tu tierra adoptiva; no me digas que ya es complicarse la vida; pero si uno quiere realmente saber… hay que salir fuera, que aquí no está todo lo que nos interesa. En Villafáfila habrá visto la iglesia que es una pena; pero si en Extremadura no espabilamos, tarde o temprano… nos pasará lo mismo, muy bonito, ¿pero para qué?... ¿para sacarle cuatro fotos y decir que lástima es…? Pues pongámosle remedio antes y dejémonos de quejarnos una y otra vez.. SALUDOS.

Hay que ir derecho al grano y a lo principal, "El gato" que aún no sabemos si es blanco, negro, pardo..................
"Tener siete vidas como el gato".
El que los gatos tengan siete vidas es una antigua creencia de origen egipcio, que consideraban tal animal como sagrado.
Como ocurre con todos los felinos, la flexibilidad de su columna vertebral y su agilidad, que les permite volverse rápidamente en al aire aún cayendo de espaldas les hace salir indemnes de situaciones comprometidas. Y las almohadillas de sus patas evitan que los impactos con el suelo sean violentos.
Su proverbial facilidad para suavizar el impacto de las caídas desde lugares altos, su habilidad para retorcerse en el aire y no caer nunca de espaldas, su especial predisposición para la supervivencia, les otorgó fama de tener siete vidas, de tener siete oportunidades para salvarse de peligros.
En el siglo XII la Iglesia comenzó una persecución a los gatos, a los que consideraba símbolo del diablo y cuerpo metamórfico de las brujas. Se alentó de tal forma esta persecución que llegó a convertirse en espectáculo la quema de estos animales en las hogueras la noche de San Juan.
Se reivindicó la existencia de los gatos a partir del XVII debido a su habilidad para la caza de ratas, causantes de temibles y desoladoras plagas. Durante el siglo siguiente recuperó su prestigio y por su belleza sirvió como modelo para múltiples cuadros y esculturas..
Dicen que el gato negro es portador de buena o mala suerte dependiendo del lugar y la circunstancia de su encuentro.
En Europa y Norteamérica se considera que un gato negro trae buena suerte si camina hacia ti, pero si se aleja se lleva la suerte consigo. Lo mismo sucede si el gato se cruza de izquierda a derecha o de derecha a izquierda, considerado
de mal agüero.