OFERTA LUZ: 5 Cts/kWh

MEMBRIO: “UN PUEBLO QUE NUNCA SE OLVIDA: Recordando”. 52. III...

“UN PUEBLO QUE NUNCA SE OLVIDA: Recordando”. 52. III Parte.

Se nos ha echado el tiempo encima y hablar de “Los Bizcochos” va a resultar demasiado empalagoso. Nada es igual que antes; cuando los bizcochos se batían en aquellos barreños albedriado con el batidor de madera donde corría entre las dos manos a derecha e izquierda. Siempre había una mujer entendida que sabía en que proporción se echaba los huevos, harina y azúcar… no como ahora es mucho más mecánico y la medida es un yogurt de limón: tantos de harina, tantos de aceite y tanto de azúcar; los “aperos” se han cambiado por la “Thermomix” y encima bajando los ojos ahí tienes el horno. No como antes que había que cocerlo el Horno de Bernal, Fidencio (ahora se hace en el de José Luis Hernández). No nos vamos a echar muy atrás, porque tendríamos que hablar el horno de la travesía del Coso, propiedad de Vicente Bodes Bodes, el de la calle Parra propiedad de Caro Bobar, el de Simón García Flores en la calle Matadero, último propietario Agustín Malpartida Pedrero y así … hasta completar todos los hornos que hubo en el pueblo y que poco apoco van desapareciendo de la memoria histórica o colectiva, que tanto gustan a nuestros oídos y que algunos nos dicen con recomendación incluida: ¡Ahí tienes para investigar…! Pero que poco nos gusta molestarnos a nosotros. (Risas). Un poco menos de egoísmo si se puede.

Lo de “Las Palomas” era más divertido: se echaba dentro de la iglesia en e Ofertorio. Nos pasábamos toda la misa mirando el recorrido de sus vuelos, que preferentemente era desde El Coro… a la Cruz que había en el atrio del Retablo, desde que se puso en el año 1954 con motivo de Las Misiones, llevada por los Padres Redentoristas de Palencia y tenía multitud de bombillas… por lo menos eso es lo que a nosotros nos parecía. Desde allí retornaban las palomas a su punto de inicio, no sin hacer parada en el tornavoz o sombrero superior del púlpito. Un púlpito muy importante en lo sentimental; pero el más hermoso que hemos visto hasta ahora ha sido el de la catedral de Siena, obra de Nicola Pisano. Pero a o que íbamos…que nos llamaba ese día las palomas sueltas en la iglesia; a pesar con frecuencia veíamos lechuzas beberse el aceite de la lámpara del Santísimo; pero eso es como los bizcochos… harina de otro costal. SALUDOS.