“UN PUEBLO QUE NUNCA SE OLVIDA: Recordando”. 45. III Parte.
A ver si ya acabamos con la OCTAVA, de saberlo NO nos hubiésemos metido a relatar nada… hubiese sido más fácil decir: la calle Matadero es por donde se va a la calle El Cura y se sale en las procesiones… y punto en paz, parta qué saber más. No podemos permitir que nadie “sangre” y mucho menos que se impaciente, porque “sangraría” más…. Y la hemorragia sería muy difícil de atajar al intentar hacer hemostasia. Y quedar a la gente a media ¡qué barbaridad!, cuando hoy lo que prima es la INMEDIATEZ. Queremos todos el “aquí te cojo y aquí te mato”; queremos incluso ser rico de la noche a la mañana… y eso no puede ser. Más fácil será protestar y hablar mal de los ricos… como si los pobres ricos fueran pecadores por el mero hecho de ser rico. Creemos sinceramente que es un poco injusto, tanto que cacareamos la justicia del “rasero”. Hablando de RASERO, hace unos días que estuvimos ojeando el inventario de la “Casa Panera” (estamos y seguimos hablando de Membrío como es de suponer y se comentaba de los raseros viejos y nuevos que allí había, cuando desapareció “El Granero” para siempre.
La palabra OCTAVA, antes se usaba mucho: Octava del Señor, Octava de Epifanía, Octava Sinfonía, Octava Maravilla, Octava en Música en sus diferentes modalidades: octavas disminuidas, octavas justas, octavas aumentadas… En fin. Vamos a poner en suerte el MATADERO de la calle Matadero y terminar lo más pronto con él. En estos últimos años el local lugar convertido en tinado fue regentado por el tío Camilo Mogedano y su señora esposa Inocencia Dominguez. La realidad es la que es, aunque otros puedan pensar lo contrario por estar en su derecho pero sin base, “los Dominguez” tuvieron prevalencia en esta calle, curiosamente emparentados con “los Alfonsos”, que es en la actualidad los que predominan en la calle Matadero por lo menos con 6 propiedades, más curiosamente el Matadero que nos ha ocupado estos días hasta hoy, es propiedad de uno de ellos. Hasta siempre no por nosotros… sino por ustedes. SALUDOS.
A ver si ya acabamos con la OCTAVA, de saberlo NO nos hubiésemos metido a relatar nada… hubiese sido más fácil decir: la calle Matadero es por donde se va a la calle El Cura y se sale en las procesiones… y punto en paz, parta qué saber más. No podemos permitir que nadie “sangre” y mucho menos que se impaciente, porque “sangraría” más…. Y la hemorragia sería muy difícil de atajar al intentar hacer hemostasia. Y quedar a la gente a media ¡qué barbaridad!, cuando hoy lo que prima es la INMEDIATEZ. Queremos todos el “aquí te cojo y aquí te mato”; queremos incluso ser rico de la noche a la mañana… y eso no puede ser. Más fácil será protestar y hablar mal de los ricos… como si los pobres ricos fueran pecadores por el mero hecho de ser rico. Creemos sinceramente que es un poco injusto, tanto que cacareamos la justicia del “rasero”. Hablando de RASERO, hace unos días que estuvimos ojeando el inventario de la “Casa Panera” (estamos y seguimos hablando de Membrío como es de suponer y se comentaba de los raseros viejos y nuevos que allí había, cuando desapareció “El Granero” para siempre.
La palabra OCTAVA, antes se usaba mucho: Octava del Señor, Octava de Epifanía, Octava Sinfonía, Octava Maravilla, Octava en Música en sus diferentes modalidades: octavas disminuidas, octavas justas, octavas aumentadas… En fin. Vamos a poner en suerte el MATADERO de la calle Matadero y terminar lo más pronto con él. En estos últimos años el local lugar convertido en tinado fue regentado por el tío Camilo Mogedano y su señora esposa Inocencia Dominguez. La realidad es la que es, aunque otros puedan pensar lo contrario por estar en su derecho pero sin base, “los Dominguez” tuvieron prevalencia en esta calle, curiosamente emparentados con “los Alfonsos”, que es en la actualidad los que predominan en la calle Matadero por lo menos con 6 propiedades, más curiosamente el Matadero que nos ha ocupado estos días hasta hoy, es propiedad de uno de ellos. Hasta siempre no por nosotros… sino por ustedes. SALUDOS.
