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MEMBRIO: Y no saludas... Me voy

“UN PUEBLO QUE NUNCA SE OLVIDA: Recordando” 18. III Parte.

Llegamos por fin al BAILE en sí. Ahora esto del si suena más bien como “Junts pel sí”, últimamente infinidad de veces repetido. Era de aceptable dimensiones con ventanas en lo alto de forma de ojo de buey con sus cristaleras correspondientes que se abrían o cerraban mediante cuerdas… ¡y todo llenos de banco alrededor; donde podías descansar o poner el ojo en la mujer que sacarías o intentabas sacar en la siguiente pieza. Y si la tenias que BUSCARTE un compañero para PARTIR ya que las mozas casi siempre bailaba en pareja y la frase mas oída era: “VAMOS A CORTAR PAREJA”. Una veces convenías y otras no… y tenía uno que seguir buscando compañero de prisa porque la pieza se iba a acabar al son de la acordeón, saxofón o trompeta. La palabra clave naturalmente era preguntar si bailaba, otros iban con la palabra en la boca diciendo: “chacha… bailas”. Si se desprendía pronto de la compañera es que quería bailar… pero si después daban dos o tres vueltas era que no: no había que hablar siquiera, era a especie de código no escrito. Hablar lo que se dice hablar, se hablaba poco o nada generalmente, se estaba más atento a la música y a bailar bien que otra cosa. Entonces se bailaba dando vueltas tanto a la derecha como a la izquierda, delante como para atrás; ello no quiere decir que no hubiera ningún “pisotón” que otro… como pisarte los cordones de los zapatos. Algunos éramos curiosos: bailábamos para adelante para arrimarte más a la muchachita; pero ella te lo impedía con la mano que iba cogida hacia el ventrículo izquierdo del corazón; parecíamos el burro que le pones un palo con una zanahoria colgada y nunca la consigue atrapar. Pero era el rincón derecho donde se podía hacer la faena: unas veces desagradables y otras no. A veces antes de decir que no… te decían con falsa voz: “tengo pareja”. Era la forma correcta o políticamente de no cerrar posibilidades de acuerdos. ¡Ay con los acuerdos…!.

Lo más que se llegó a protestar, en las últimas generaciones sucedían con continuidad, es que el salón estaban a su alrededor sentadas, madres, abuelas o tías; pero era una costumbre ascentral y no había el porqué verse mal y menos enfadarse por cualquier cosa. Cuando la pareja bailaba dos o tres piezas seguidas saltaban las alarmas; se comentaba enseguida si ya eran novios. La cosa es que iban todas las mujeres cogidas del brazo- también era una costumbre sana- calle Nueva arriba comentando lo que habían visto y prejuzgado. Y los hombres, algunos de ellos, les tocaban segar forraje o centeno y darle de beber al burro que era su amigo inseparable y medio de locomoción para ir al trabajo. Y es que los hombres eran hombres no “pitiminí” como ahora, que nos levantamos de siesta cuando sale la luna: ya lo decía con mucho tiempo de antelación aquel conjunto musical”Los Puntos”: “Cuando salga la luna / cuando salga la luna voy a verte / no te quiero ver a oscura / y si no para quererte” o se levantamos por la mañana bien puesto el sol. También Luis Miguel se adelantó a vaticinar que eso pasaría, cantando aquello de: “ Cuando calienta el sol aquí en la playa / siento tu cuerpo vibrar cerca de ti / es tu palpitar, es tu cara, es tu pelo /son tus besos; me estremecen oh, oh, oh! ¡Vamos mostrenco… que ya es de día ¡se oye decir a la pobre madre que tiene que hacer la cama a su hijo querido. CONTINUARÁ. Ya queda poco para el punto y final. SALUDOS.

Jajajaaaa... ¡Qué fino, ADP! Yo he seguido usando esa palabrita tan "nuestra", pero yo no digo "moSSSStrenco", sino "moHtrenco! ¡Ah... alguna vez mi madre me llamó MOHTRENCA, jajajajaaaa... Me gusta; me "suena" bien PA llamar a alguien que no se mueve...

Esta mañana no ha entrado nadie... y la gente igue mirando. Hagamos algo para que no decaiga, y como no puede ser de otra manera "UN PUEBLO..."

“UN PUEBLO QUE NUNCA SE OLVIDA: Recordando”. 22. III parte

Siempre la sintonía de que el baile finalizaba era la misma: “Se van se van…”. Ello no quería decir que fuera la última; ya que desde abajo se pedía al palco y nunca mejor dicho porque así se llamaba donde estaban los músicos: “el palco”, con insistencia otra pieza más… a pesar que eran las 5 de la tarde y los estómagos estaban vacios: ¡Otra, otra….otra! Los músicos siempre correspondían y que por allí pasaron muchos; pero especialmente: Francisco, Casimiro; Fermi, Saba, sin olvidar ni mucho menos olvidar a nuestra “Orquestina Bravo”, la única que ha habido en el pueblo formada por Maxi, Juan Macías, Juan Urrea (ponemos a estos los apellidos porque lodos se llamaban Juan; y a los demás todo el mundo sabe quiénes son) y Julián. ¡Perdón, perdón… que había otra orquesta en el pueblo! “Orquesta Los Hermanos Correas”. Pues si se entera que no la nombramos su hermana Anita, de la que éramos muy amigos, no sabemos lo que nos echaría en cara. Y es que Membrío ha tenido en su historia no tan lejana ha tenido 8 bailes aunque ahora en estos momentos no tenga NINGUNO. De todos ellos recordemos al de la tatarabuela de la forera ”BAE”: “Baile de María de la O”, que esta vez no estaba ni en La Plaza ni la calle Nueva... Sino en la calle “El Cura”. Pero centrémonos en el Baile del Salón de Abajo”, que es el que estamos describiendo y los demás, dejémoslos un poco apartado, y además… no hay que saber tanto, porque puede dañar gravemente a la salud; así no hay conflictos emocionales; ya lo dice el saber popular:” contri (a) menos sepa mucho mejor”. Dicho lo cual, terminado el baile e inmediatamente se llenaba el salón con mesas de madera y sillas de aneas o bayón, que algunas (las menos) tenían un agujerito en el hondón, y es que las horas que allí se pasaban eran interminables. Todo preparado para jugar a las cartas; pero primero había que pasar por la barra tomar café en aquellas cafeteras de aluminio de “pico de cisne”. Ni que decir tiene que el café era seguido de una copa; tanto los socios Casimiro, Juan o Emilio, te preguntaba directamente de que quería la copa… aunque poco había que escoger o elegir: Coñac, anís, sol y sombra, ponche o aguardiente… sino antes te habías tomado un “carajillo”… CONTINUARÁ. Saludos.

Y no saludas... Me voy