"UN PUEBLO QUE NUNCA SE ACABA":_ 92
Y de Ávila a Segovia, que sólo la conocíamos por referencia de la canción que se cantaba cuando se echaba "las comedias" y que decía: "Mi casaré cuando tu quieras mujer, has de tener fé ciega en mí..." y las mujeres al unísono contestaban..."segoviano presumido sin ti no sé vivir": Durante el trayecto los rezos de rosarios se sucedieron a cargo de dos grandes devotas: Fernanda y doña Quintina. Aún no sabemos si fue fruto de habernos impregnados de la vida y obra de Santa Teresa... o que el recorrido se nos hacía demasiado largo. La cuestión es que D. José, los que les conocimos sabemos, que era muy respetuoso y libertario de las cosas religiosas, y para nada se metió. ¡Por fin llegamos a Segovia...! ¡Viva Dios esta grandeza! Después de ver el acueducto (jamás nos paso como a doña Cocleta, que llegó a ver el acueducto de Segovia en Sevilla) y hacer nuestras propias especulaciones... nos fuimos a hospedar en "Casa Basileo", ganas nos teníamos de duchar... aunque tuviéramos que esperar uno detrás de otro: ya que en Salamanca tuvimos que bañarnos un lugar poco propicio o frecuentado, como era los casi desagües de cloacas... ya que no llevábamos bañador. Estábamos así acostumbrados hacerlo sin ningún pudor en nuestras "piscinas naturales" como eran "la charca El Gordo", "Los Cazungones", "la "Charca Chica", "la charca Grande" la charca Cabila" y otras cuantas más. Así cuando visitamos, mejor dicho... nos asomamos a la playa nudista de San Andrés en Tenerife, ninguna sensación nos causó. Sigamos viajando y aquí sí que visitamos el fresco lugar de la Granja de.... CONTINUARÁ. Saludos.
Y de Ávila a Segovia, que sólo la conocíamos por referencia de la canción que se cantaba cuando se echaba "las comedias" y que decía: "Mi casaré cuando tu quieras mujer, has de tener fé ciega en mí..." y las mujeres al unísono contestaban..."segoviano presumido sin ti no sé vivir": Durante el trayecto los rezos de rosarios se sucedieron a cargo de dos grandes devotas: Fernanda y doña Quintina. Aún no sabemos si fue fruto de habernos impregnados de la vida y obra de Santa Teresa... o que el recorrido se nos hacía demasiado largo. La cuestión es que D. José, los que les conocimos sabemos, que era muy respetuoso y libertario de las cosas religiosas, y para nada se metió. ¡Por fin llegamos a Segovia...! ¡Viva Dios esta grandeza! Después de ver el acueducto (jamás nos paso como a doña Cocleta, que llegó a ver el acueducto de Segovia en Sevilla) y hacer nuestras propias especulaciones... nos fuimos a hospedar en "Casa Basileo", ganas nos teníamos de duchar... aunque tuviéramos que esperar uno detrás de otro: ya que en Salamanca tuvimos que bañarnos un lugar poco propicio o frecuentado, como era los casi desagües de cloacas... ya que no llevábamos bañador. Estábamos así acostumbrados hacerlo sin ningún pudor en nuestras "piscinas naturales" como eran "la charca El Gordo", "Los Cazungones", "la "Charca Chica", "la charca Grande" la charca Cabila" y otras cuantas más. Así cuando visitamos, mejor dicho... nos asomamos a la playa nudista de San Andrés en Tenerife, ninguna sensación nos causó. Sigamos viajando y aquí sí que visitamos el fresco lugar de la Granja de.... CONTINUARÁ. Saludos.
