OFERTA LUZ: 5 Cts/kWh

MEMBRIO: EL RECONOCIMIENTO DEL CERDO CUESTA 2,63 EUROS...

EL RECONOCIMIENTO DEL CERDO CUESTA 2,63 EUROS
Alertan de los peligros de las matanzas no autorizadas en Extremadura
El Colegio de Veterinarios aclara que la triquina está en expansión
El Colegio de Veterinarios de Badajoz alerta del peligro de las matanzas domiciliarias no autorizadas por la incidencia de enfermedades. A juicio del vocal del colegio, Jesús Crespo, se detecta una relajación por parte de los autores de esta actividad en algunas zonas de Extremadura. "Esta situación es especialmente peligrosa debido a la enfermedad de la triquinosis", insiste a la agencia Efe. Crespo recuerda que las matanzas deben contar con la autorización de los veterinarios, quienes llevan a cabo reconocimientos triquinoscópicos en el animal, en el canal y en sus vísceras.
Con el fin de evitar esta "relajación", los veterinarios pacenses ponen en marcha una campaña informativa explicando los riesgos que entraña no contar con la inspección del experto. En este sentido, el vocal del colegio pide a la sociedad que demande la presencia de los veterinarios, pues el reconocimiento del animal solo cuesta 2,63 euros y, por tanto, no se puede achacarse a la crisis económica.
De hecho, Jesús Crespo considera que los últimos casos de matanzas sin autorización se deben a la percepción errónea de que el riesgo sanitario es poco probable, cuando en realidad supone una temeridad. La percepción de que "no hay riesgo es un peligro, pues se pone en riesgo la vida de los familiares o amigos que participan en la matanza".
El veterinario aclara que la triquina está en expansión en Extremadura debido a la superpoblación de animales salvajes. En el último año se ha unido el aumento de la incidencia de la triquina con los casos de relajación de familias que realizan la matanza domiciliaria.
Crespo subraya que la normativa europea obliga a reconocer todos los cerdos sacrificados en matanzas domiciliarias y que se sometan al reconocimiento triquinoscópico. Los animales deben ser sacrificados en lugares autorizados, aunque una ley estatal permite excepciones fuera de los mataderos, como son los espectáculos taurinos autorizados, las monterías permitidas o las matanzas domiciliarias. En este último caso, deben disponer de la autorización por parte del ayuntamiento y dentro del periodo permitido.