CRONICA SOCIAL-. POCO CANALLA.
M. M...., no estoy activo por las redes sociales, fue la casualidad inducida por los hermanos SANTOS MARTIN, ellos fueron la herramienta para el hallazgo que no íbamos a dejar de pasar.
Del amigo Jacinto Barroso estamos a cero, le recuerdo siendo niños, que un año por el verano trajo de Cáceres un primo hermano al pueblo, pero Jacinto era muy poco canalla, terminaron juntándose con mi compañía, por lo que terminamos los tres montados en bicicleta y con tiradores día si y otros también pisando ribera, acebuche, la canita el charco la mesa, el charco la olla, y otros tantos incluyendo el recorrido por la mayoría de las charcas, la intención y objetivo fueron la ranas (en otra época no era un delito) con recogida de algún pequeño fruto de alguna huerta, esta acción para los primos en el momento de cometer dicha acción se alejaban y corrían para esconderse detrás de alguna pared de piedra, después al llegar a sus posiciones con los bolsillos llenos de algún fruto, mas o menos fuera del peligro que ellos intuían y yo no captaba se partían de risas de la malvada acción que habíamos cometido, siempre a juicio de ellos, en definitiva, me dejaron claro que para hacer fechorías no se podía ir con hijos de la Guardias Civil, un abrazo Manue, es lo que hay... tasio....
M. M...., no estoy activo por las redes sociales, fue la casualidad inducida por los hermanos SANTOS MARTIN, ellos fueron la herramienta para el hallazgo que no íbamos a dejar de pasar.
Del amigo Jacinto Barroso estamos a cero, le recuerdo siendo niños, que un año por el verano trajo de Cáceres un primo hermano al pueblo, pero Jacinto era muy poco canalla, terminaron juntándose con mi compañía, por lo que terminamos los tres montados en bicicleta y con tiradores día si y otros también pisando ribera, acebuche, la canita el charco la mesa, el charco la olla, y otros tantos incluyendo el recorrido por la mayoría de las charcas, la intención y objetivo fueron la ranas (en otra época no era un delito) con recogida de algún pequeño fruto de alguna huerta, esta acción para los primos en el momento de cometer dicha acción se alejaban y corrían para esconderse detrás de alguna pared de piedra, después al llegar a sus posiciones con los bolsillos llenos de algún fruto, mas o menos fuera del peligro que ellos intuían y yo no captaba se partían de risas de la malvada acción que habíamos cometido, siempre a juicio de ellos, en definitiva, me dejaron claro que para hacer fechorías no se podía ir con hijos de la Guardias Civil, un abrazo Manue, es lo que hay... tasio....
