NOTICIA TENERIFE-. EL PADRE ANCHIETA SANTO.
El Papa llama a los jóvenes a seguir el ejemplo de Anchieta
Francisco se rinde ante las hazañas del santo lagunero en una iglesia de San Ignacio, en Roma, llena de brasileños y tinerfeños
Apenas tenía 19 años cuando se marchó a América, una tierra totalmente desconocida. No había completado sus estudios pero tampoco tenía miedo. Su fuerza interior y su esperanza le permitieron enfrentarse a la adversidad para de la nada fundar toda una nación. Así describió ayer al lagunero José de Anchieta el Papa Francisco durante la misa de acción de gracias por su canonización celebrada en la iglesia jesuita de San Ignacio, en Roma. La historia de este misionero, declarado santo el pasado 3 de abril, podría ser la de tantos jóvenes que hoy se ven obligados a emigrar para labrarse un futuro mejor. A ellos, el Santo Padre les envío un mensaje de fe llamándolos a seguir el ejemplo del canario, fundador de San Pablo y Río de Janeiro, para "vivir con alegría la espiritualidad y el amor al prójimo". "Su santidad se debe a que no tuvo miedo a la luz. Sintió la mirada de Jesús y se dejó guiar con el gozo que nos regala Cristo resucitado", afirmó.
El Papa llama a los jóvenes a seguir el ejemplo de Anchieta
Francisco se rinde ante las hazañas del santo lagunero en una iglesia de San Ignacio, en Roma, llena de brasileños y tinerfeños
Apenas tenía 19 años cuando se marchó a América, una tierra totalmente desconocida. No había completado sus estudios pero tampoco tenía miedo. Su fuerza interior y su esperanza le permitieron enfrentarse a la adversidad para de la nada fundar toda una nación. Así describió ayer al lagunero José de Anchieta el Papa Francisco durante la misa de acción de gracias por su canonización celebrada en la iglesia jesuita de San Ignacio, en Roma. La historia de este misionero, declarado santo el pasado 3 de abril, podría ser la de tantos jóvenes que hoy se ven obligados a emigrar para labrarse un futuro mejor. A ellos, el Santo Padre les envío un mensaje de fe llamándolos a seguir el ejemplo del canario, fundador de San Pablo y Río de Janeiro, para "vivir con alegría la espiritualidad y el amor al prójimo". "Su santidad se debe a que no tuvo miedo a la luz. Sintió la mirada de Jesús y se dejó guiar con el gozo que nos regala Cristo resucitado", afirmó.