Hoy día de San José de Calasanz, quiero felicitar a todos los maestr@s, ya que hoy es su patrón, y aunque este año se haya pospuesto su celebración, sigue siendo el día de este gran pedagogo y de los docentes.
Muchas veces cuando recordamos nuestro paso por la escuela, nos vienen a la mente las imágenes de muchos maestros y profesores que nos dieron clase. La mayoría de las veces son recuerdos gratos, aunque mantengamos alguno ingrato. Y aunque a muchos de nosotros@s nos tocó vivir la época del miedo, no faltó el profesor o profesora que con un buen grado de empatía tuviera la capacidad de establecer un gran nivel de afectividad y un correcto vínculo de aprendizaje con sus alumnos. Pienso que cuando el maestro es capaz de conectar con el alumno además de producirse una buena enseñanza-aprendizaje, crea uno lazos afectivos para toda la vida.
Y eso es precisamente lo que a mí me ha sucedido. Hace pocos días, por la tarde-noche sonó el teléfono de mi casa, cuando lo cogí una voz muy dulce pronunció mi nombre en diminutivo igual que cuando era niña, ¡no me lo podía creer, era mi maestra y se acordaba de mí después de más de cuarenta años! Había conseguido mi teléfono y me llamaba. A pesar de los muchos años transcurridos ella siempre se acordó de mí, igual que yo de ella. Por este motivo, y ya que hoy es el día, quiero homenajear a tod@s los maestros en general, y en particular a estos maestr@s que al igual que Dª M…. dejaron una buena y constructiva huella en nuestras vidas. Va por ell@s mi poesía.
AL MAESTRO
A ti, querido maestro,
te dedico esta poesía,
porque siendo muy pequeña,
me mostraste qué es la vida.
Me abrumaste de conceptos,
de un mundo de fantasía,
me enseñaste a ver los cuentos,
con los ojos de una niña.
Multipliqué con tus tablas,
aprendí la Geografía,
de qué color es el cielo
y también la Geometría.
Me enseñaste que en los libros,
no hay nada que no se encuentre.
Y aunque todo ya esté escrito,
supe aprender a entenderte.
Creé con la imaginación
varios libros de aventuras
y ahora que pasan los años,
he comprendido su ayuda.
Sin su amor y su cariño,
no sería hoy quien soy,
mi vocación son los niños
porque de usted lo aprendí,
por eso sin olvidarme hoy,
se lo quise transmitir.
(I. PLATA)
Muchas veces cuando recordamos nuestro paso por la escuela, nos vienen a la mente las imágenes de muchos maestros y profesores que nos dieron clase. La mayoría de las veces son recuerdos gratos, aunque mantengamos alguno ingrato. Y aunque a muchos de nosotros@s nos tocó vivir la época del miedo, no faltó el profesor o profesora que con un buen grado de empatía tuviera la capacidad de establecer un gran nivel de afectividad y un correcto vínculo de aprendizaje con sus alumnos. Pienso que cuando el maestro es capaz de conectar con el alumno además de producirse una buena enseñanza-aprendizaje, crea uno lazos afectivos para toda la vida.
Y eso es precisamente lo que a mí me ha sucedido. Hace pocos días, por la tarde-noche sonó el teléfono de mi casa, cuando lo cogí una voz muy dulce pronunció mi nombre en diminutivo igual que cuando era niña, ¡no me lo podía creer, era mi maestra y se acordaba de mí después de más de cuarenta años! Había conseguido mi teléfono y me llamaba. A pesar de los muchos años transcurridos ella siempre se acordó de mí, igual que yo de ella. Por este motivo, y ya que hoy es el día, quiero homenajear a tod@s los maestros en general, y en particular a estos maestr@s que al igual que Dª M…. dejaron una buena y constructiva huella en nuestras vidas. Va por ell@s mi poesía.
AL MAESTRO
A ti, querido maestro,
te dedico esta poesía,
porque siendo muy pequeña,
me mostraste qué es la vida.
Me abrumaste de conceptos,
de un mundo de fantasía,
me enseñaste a ver los cuentos,
con los ojos de una niña.
Multipliqué con tus tablas,
aprendí la Geografía,
de qué color es el cielo
y también la Geometría.
Me enseñaste que en los libros,
no hay nada que no se encuentre.
Y aunque todo ya esté escrito,
supe aprender a entenderte.
Creé con la imaginación
varios libros de aventuras
y ahora que pasan los años,
he comprendido su ayuda.
Sin su amor y su cariño,
no sería hoy quien soy,
mi vocación son los niños
porque de usted lo aprendí,
por eso sin olvidarme hoy,
se lo quise transmitir.
(I. PLATA)
