La espera, desde la fumata blanca hasta el anuncio del nombre, Francisco I, fue un poco más larga que en ocasiones anteriores, pero por fin, a las 20.12 del día de ayer, el cardenal protodiácono, Jean-Louis Tauran, apareció en el balcón para anunciar: «Habemus Papam!». La fumata blanca se había asomado con fuerza a las 19.06 -acompañada enseguida del repique de todas las campanas-, al cabo de una jornada de lluvia que no fue capaz de frenar el entusiasmo de los fieles, que en ese momento llenaban ya la plaza de San Pedro.
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