coral explicanos algo. L&L
Buenos días loren/loli esta foto corresponde a la muestra de teatro que hemos hecho en febrero con la escuela a la que asisto hace varios años. Todos los años hacemos dos muestras; una en febrero, que este años hemos representado escenas de obras de shakespeare y otra en Junio.
En esta escena represento a EMILIA ama de DESDEMONA minutos antes de morir a manos de su marido OTELO por esos celos enojosos. En esta escena revindico algunas cosillas como mujer:
" Mas pienso que la culpa es del marido, si la mujer peca. Si disolutos olvidan su deberes y extraños pechos derraman el tesoro nuestro, o por soñados celos enojosos en casa nos sujetan, o nos pegan o en francachelas se gastan nuestros bienes. Entonces ¿que mal hay si la hiel también rebosa en nuestros pechos?
Somos mansas, mas de rencor no exentas. Sepa el marido que la mujer como él tiene sentidos; ve como él y toca, y tiene paladar como el marido para gustar lo amargo y los sabroso. ¡Pues que pretenden ellos, cuando por otroas engañan a sus mujeres! ¿no es su deleite? Así lo creo. ¿Y la pasión los hurga? creo que sí. Y les rinde su flaqueza? A fe también. ¿Y es que acaso no tenemos nosotras también nuestros gustos, flaquezas y afecciones cual los hombres? ¡Pues que nos traten bien, o de otro modo, les hemos de imitar en eso y en todo!."
jajajja ahí queda eso.
Un saludo
En esta escena represento a EMILIA ama de DESDEMONA minutos antes de morir a manos de su marido OTELO por esos celos enojosos. En esta escena revindico algunas cosillas como mujer:
" Mas pienso que la culpa es del marido, si la mujer peca. Si disolutos olvidan su deberes y extraños pechos derraman el tesoro nuestro, o por soñados celos enojosos en casa nos sujetan, o nos pegan o en francachelas se gastan nuestros bienes. Entonces ¿que mal hay si la hiel también rebosa en nuestros pechos?
Somos mansas, mas de rencor no exentas. Sepa el marido que la mujer como él tiene sentidos; ve como él y toca, y tiene paladar como el marido para gustar lo amargo y los sabroso. ¡Pues que pretenden ellos, cuando por otroas engañan a sus mujeres! ¿no es su deleite? Así lo creo. ¿Y la pasión los hurga? creo que sí. Y les rinde su flaqueza? A fe también. ¿Y es que acaso no tenemos nosotras también nuestros gustos, flaquezas y afecciones cual los hombres? ¡Pues que nos traten bien, o de otro modo, les hemos de imitar en eso y en todo!."
jajajja ahí queda eso.
Un saludo
Coralina, hermosa. Realmente maravilloso tu soliloquio; además, de actualidad. Te deseo todo lo mejor que se puede desear a una persona tan estupenda como tú. Recuerdos para tu gente. Besos. PC
PC gracias corazón. Te deseo lo mejor para tí tambien y hay ganicas de veros. Estas chicas de los Madriles espero que preparen algo con el buen tiempo.
Un beso grande
Un beso grande
SUEÑO DE LA CALLE NUEVA
Ayer, llovía por estos lares;
una lluvia que, gota a gota,
golpeaba sobre mi ventana
dando sobre los cristales.
Me así, poseso, a papel y lápiz
y comencé a escribir sobre lo
que veía allá de las imágenes.
La mosca familiar me despertó
de sueño tan sutil y agradable
- ¡Oscura mosca despreciable!-
Abrí la puerta y se me grabó
el oscuro día, antes de mojarme;
me traspuse, sin saber porqué,
hasta una vieja y dulce calle
que llaman los nativos Nueva;
calle que fue de mis abuelos
y ya pertenece a casi nadie.
Quise saber el porqué del sueño,
el porqué de tan insigne viaje
mezcolanza melancólica de belleza
y nostalgia en extraño mestizaje.
Armonía sin aparentes razones
para explicar lo inexplicable,
exaltación de lo incomprensible
sin conseguir descifrar su alcance.
Quizás fuesen la lluvia, el empedrado
o aquella corriente tan formidable
que, convertida en proceloso caudal,
bajaba tan orgullosa en su desmadre;
quizás, la algarabía de los chiquillos
cuando se mojaban sin importarles.
O tal vez el clamor de los más viejos:
¡Cómo corre hoy, junto al salón de baile!
Ahora, sobre el infinito, palpo el silencio
y otras tantas puertas cerradas con llave;
escucho gritos sordos bañados de ausencia,
veo niños muertos añorando muertas madres
Y, aquél río tan sutil que en la Nora pagó peaje
Saludos. PC
Ayer, llovía por estos lares;
una lluvia que, gota a gota,
golpeaba sobre mi ventana
dando sobre los cristales.
Me así, poseso, a papel y lápiz
y comencé a escribir sobre lo
que veía allá de las imágenes.
La mosca familiar me despertó
de sueño tan sutil y agradable
- ¡Oscura mosca despreciable!-
Abrí la puerta y se me grabó
el oscuro día, antes de mojarme;
me traspuse, sin saber porqué,
hasta una vieja y dulce calle
que llaman los nativos Nueva;
calle que fue de mis abuelos
y ya pertenece a casi nadie.
Quise saber el porqué del sueño,
el porqué de tan insigne viaje
mezcolanza melancólica de belleza
y nostalgia en extraño mestizaje.
Armonía sin aparentes razones
para explicar lo inexplicable,
exaltación de lo incomprensible
sin conseguir descifrar su alcance.
Quizás fuesen la lluvia, el empedrado
o aquella corriente tan formidable
que, convertida en proceloso caudal,
bajaba tan orgullosa en su desmadre;
quizás, la algarabía de los chiquillos
cuando se mojaban sin importarles.
O tal vez el clamor de los más viejos:
¡Cómo corre hoy, junto al salón de baile!
Ahora, sobre el infinito, palpo el silencio
y otras tantas puertas cerradas con llave;
escucho gritos sordos bañados de ausencia,
veo niños muertos añorando muertas madres
Y, aquél río tan sutil que en la Nora pagó peaje
Saludos. PC
