Sabes, amapola, que no suelo desaparecer en combate, aunque por circunstancias temporales, ahora intente practicar la táctica de guerrilas. La actividad profesional que nos ocupa y preocupa, da para casi todo y por encima de ello, el poder leer en la profundidad de miradas infantiles la condición de ángeles... y algunas veces la de demonio. Besos