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BAE
“Adivina, adivinanza, donde estará ARR?” (17 de Marzo de 2012)
Querida BAE, la adivinanza que nos has formulado, una vez que la sabes, está chupáááá, yo diría que más que chupada, está lamida; pero he de reconocer que me ha costado lo suyo adivinarla.
A la vista de la fotografía y de la pregunta que nos hace BAE, estoy en lo cierto si respondo, que el intrépido ARR, con el afán de mostrarles al foro los bolos de su pueblo, ha conseguido que una de estas piedrecitas se le meta en un ojo. El amigo Pablo le está diciendo que no se mueva, que enseguida llegarán los refuerzos foreros para ayudarle a salir de allí; muestra evidente de que la unión hace la fuerza y de que aún sigue vivo; aunque a él no se le oye decir ni pío. Por otra parte, si no habla, raro en él, no será por voluntad propia, sino porque la piedra le tapa la boca, con independencia de que también le oprima el bajo vientre.
Todos se apresuran a empujar el bolo “cancho abajo” para liberarle de tal opresión, sobrevenida por un capricho de la naturaleza; ya me diréis quién coño dejó esos bolos sueltos por ahí, cuando deberían estar en el Salor. Bueno, siguiendo con la explicación del empuje y aportación forera, vemos que intuitivamente se dirigen a la zona alta del peñasco en un acto reflejo de lógica gravitatoria; lo que se suele decir “empujar a favor del terreno”, aunque en esta ocasión lo tendrán muy, pero que muy difícil, porque el viento sopla del otro lado. Se ve como Mercedes transporta algo en la mano, a modo de un palo, que servirá para hacer palanca; aunque conociéndola, no me extrañaría que se tratase del gato de uno de los coches de Vostell
¿Conseguirán liberar a ARR, o no lo conseguirán?; ¿llegará Mercedes a tiempo con el gato, o rodarán gato y ella, cancho abajo?; ¿avisarán a Pablo para que se aparte, o resultará igualmente aplastado?
No me atrevo a vaticinar lo que ocurrirá, ni tampoco a esperar a la reunión del próximo año para averiguar lo que ocurrió; sólo deseo que ARR salga de ésta, que viva para contarlo y que no termine fosilizado.
¡Siempre hay que contar una desgracia! ¡mira tú que coño!
CONTINUARÁ
BAE
“Adivina, adivinanza, donde estará ARR?” (17 de Marzo de 2012)
Querida BAE, la adivinanza que nos has formulado, una vez que la sabes, está chupáááá, yo diría que más que chupada, está lamida; pero he de reconocer que me ha costado lo suyo adivinarla.
A la vista de la fotografía y de la pregunta que nos hace BAE, estoy en lo cierto si respondo, que el intrépido ARR, con el afán de mostrarles al foro los bolos de su pueblo, ha conseguido que una de estas piedrecitas se le meta en un ojo. El amigo Pablo le está diciendo que no se mueva, que enseguida llegarán los refuerzos foreros para ayudarle a salir de allí; muestra evidente de que la unión hace la fuerza y de que aún sigue vivo; aunque a él no se le oye decir ni pío. Por otra parte, si no habla, raro en él, no será por voluntad propia, sino porque la piedra le tapa la boca, con independencia de que también le oprima el bajo vientre.
Todos se apresuran a empujar el bolo “cancho abajo” para liberarle de tal opresión, sobrevenida por un capricho de la naturaleza; ya me diréis quién coño dejó esos bolos sueltos por ahí, cuando deberían estar en el Salor. Bueno, siguiendo con la explicación del empuje y aportación forera, vemos que intuitivamente se dirigen a la zona alta del peñasco en un acto reflejo de lógica gravitatoria; lo que se suele decir “empujar a favor del terreno”, aunque en esta ocasión lo tendrán muy, pero que muy difícil, porque el viento sopla del otro lado. Se ve como Mercedes transporta algo en la mano, a modo de un palo, que servirá para hacer palanca; aunque conociéndola, no me extrañaría que se tratase del gato de uno de los coches de Vostell
¿Conseguirán liberar a ARR, o no lo conseguirán?; ¿llegará Mercedes a tiempo con el gato, o rodarán gato y ella, cancho abajo?; ¿avisarán a Pablo para que se aparte, o resultará igualmente aplastado?
No me atrevo a vaticinar lo que ocurrirá, ni tampoco a esperar a la reunión del próximo año para averiguar lo que ocurrió; sólo deseo que ARR salga de ésta, que viva para contarlo y que no termine fosilizado.
¡Siempre hay que contar una desgracia! ¡mira tú que coño!
CONTINUARÁ
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