![No hay que perder nunca la cara al peligro](/fotos_reducidas/0/4/0/00681040.jpg)
¡Qué hermosos recuerdos! Un sólo puesto de juguetes, unos simples fuegos artificiales... y qué feliz puede ser un niño. Me comparo con mis hijos, mi nietín... ¡Mira como creció mi amiguito Domingo!... Entiende bien lo que digo; lo entendemos todos. Fuimos muy afortunados, viviendo nuestra infancia sin lujos ni caprichitos, pero en un ambiente tan sano...