3 meses GRATIS

MEMBRIO: Quiero compartir con vosotros el ultimo de los viajes...

Quiero compartir con vosotros el ultimo de los viajes que Jesus Garzon (naturalista) hizo con un grupo de pastores que hicieron la transhumancia hace ahora justo un año. Espero y deseo que os guste.

La bota de vino corre de una mano a otra mientras la mesa del cobertizo se llena de viandas. El grupo se ha desperezado aún de madrugada, con la primera vislumbre del sol, y se ha puesto en marcha antes de que el termómetro superara los 30 grados. La temperatura achanta a cualquiera en el paraje de ‘Las veguillas’, pero los pastores se han puesto a cubierto en el solar de Florentino Rodríguez, un vecino de Parrillas que desde siempre acoge a los ganaderos. Una ensalada fresca, aliñada con aceite de oliva, y embutidos se alinean en medio como parte imprescindible de la trashumancia, una tradición que se mantiene viva. A pocos metros, el rebaño rumia el pasto, motivo principal para que se pastoree a las cabezas hasta el municipio burgalés de Tolbaños de Arriba.
lena masajea la espalda de Fernando, algo cansado después de diez días de caminata por cañadas de Badajoz, Cáceres y la comarca de Talavera. La joven, de 27 años y licenciada en Periodismo, se ha acostumbrado ya a los contratiempos emparejados a la vida en el campo: «Me apetece experimentar la supervivencia en el campo», comenta en su segundo itinerario trashumante. «Esto es una droga dura», apostilla el presidente de la Asociación Concejo de la Mesta, Jesús Garzón, que promueve el fomento de esta tradición ganadera por cañadas reales mediante un proyecto piloto de desarrollo sostenible financiado por el Ministerio de Medio Rural.
Elena Rodríguez ha comprobado ya cómo en el campo uno puede quedar marcado por todo el cuerpo por las pulgas o puede acabar aterido de frío. Pero aprende rápido y ya se atreve a pasar las noches al raso, sólo cubierta por un saco de dormir. «La vida real es esto», dice entusiasmada esta voluntaria junto al resto.
Esta iniciativa pretende transmitir los valores de la trashumancia a los jóvenes con ganas de dedicarse al campo, y entre ellos se encuentra Fernando Cordero, de 22 años y alumno del Centro de Formación Agraria de Navalmoral de la Mata. Decidió apuntarse tras una charla de Jesús Garzón: «Estoy aprendiendo mucho», afirma sentado a la mesa y con gesto de cansancio; en menos de una semana, ha resuelto su intriga por la trashumancia. Cada día, recorren 25 kilómetros hacia el Norte camino de Tolbaños de Arriba, a donde tienen previsto soltar los morrales.
«La trashumancia está viva», apunta Garzón, justo antes de empezar a comer bajo el cobertizo. De hecho, hoy pasará por ese mismo punto de la Cañada Occidental un rebaño de 200 vacas que proceden de la localidad extremeña de Zorita hasta acabar en la abulense de Hoyos del Espino. Cinco alumnos del IES San Isidro participarán en este otro itinerario trashumante.
Probablemente, a los jóvenes se les quede también marcado a fuego la experiencia como le ocurrió a Primitivo Rodríguez, quien a sus 66 años está reviviendo sus largas marchas con su padre y el ganado. Este jubilado se ha embarcado en la iniciativa de la Asociación Concejo de la Mesta con un rebaño de 2.200 ovejas merinas inscritas en el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Queso de la Serena. Por eso, a la mesa no faltaban alimentos del sello que participa también en la iniciativa auspiciada por el Ministerio de Medio Rural.
Primitivo mira hacia atrás, hacia su infancia de arriba abajo con el ganado, pero también mira hacia adelante y considera que los jóvenes deberían aprender el oficio de los mayores. Lo acompañan como avezados pastores Jesús y Desiderio, este último vecino de la población burgalesa, ubicada en la sierra de la Demanda, donde desembocará este ejemplo de trashumancia. Después, el ganado pastará durante más de dos meses y atravesará luego el centro de Madrid para reclamar que siga vivo el espíritu de esta tradición.