3 meses GRATIS

MEMBRIO: LA POLÍTICA ES EL CAMINO MÁS CORTO PARA LLEGAR HASTA...

LA POLÍTICA ES EL CAMINO MÁS CORTO PARA LLEGAR HASTA EL EDIFICIO DE LA ENEMISTAD. Y, CUANTO MÁS PEQUEÑO SEA EL NÚCLEO DE POBLACIÓN, MAYOR ES EL ESPACIO HASTA LA META. PC

Hace días, cuando las revueltas en Egipto, se hicieron las encuestas correspondientes entre el personal “revuelto”. El 57% de la población, estaba de acuerdo con el sistema democrático occidental. Al preguntarles, sin embargo, qué les parecía lo de lapidar a las mujeres adulteras, al 87 % de los encuestados les parecía bien.
Lo precedente, es un dato, una opinión; en ningún caso es un juicio de valor. La democracia, no deja de ser un sistema político de organización social donde, si los que votan quieren (A través de sus representantes) se le puede aplicar las corrientes gorrineras a quien sea.
Si bien, es de conocimiento general, el mentado sistema lo inventaron los griegos hace la leche de años, no es menos cierto que fue un tal Locke (S. XVIII) el que acuñó el concepto ese de “Tolerancia”. Los griegos, lo practicaban en el Ágora, donde discutían de la cosa pública sin insultarse. Bien es cierto que allí, sólo podían discutir sobre tales asuntos, los “ciudadanos” (El 50 % de la población) y, entre aquellos, los que previamente habían pasado unas determinadas pruebas relativas a la oratoria, retórica, etc. De vez en cuando, si les daba la vena, solían escribir en una pizarra el nombre del “político” que debía ser condenado al ostracismo (Hoy en día sería la leche)
Si nos damos cuenta- visto el ejemplo de los egipcios- es evidente que los tipos aquellos no han interiorizado los valores propios del sistema democrático occidental (No haré juicios de valor sobre si está bien o mal- es lo que hay-) puesto que el sistema es incompatible con lapidar mujeres (Propio de hace tres mil años)
¿De qué se trata la cosa? Pues, se trata de ser consecuentes. Es decir, si uno cree en un sistema político determinado, debe de ser consecuente con él. Si, supuestamente, la tolerancia es un valor relacionado con la democracia, el que en tal sistema crea deberá interiorizar ese valor y hacerlo suyo. A contrario, estamos en presencia de una impostura. Una cosa meramente formal. Un cuento chino.
No creo que sea necesario, para disentir ideológicamente de una persona, llamarle “feo”- por ejemplo- aunque nos pueda parecer; porque nada tiene que ver tal cuestión con las ideas. La estética no tiene nada que ver en el asunto. Nada tiene que ver tampoco el sentimiento con la idea; cada cosa sale de un sitio distinto, aunque pudiesen confluir.
Dicen que disentir es bueno, enriquece. A disertar y disentir, pues. Pero, eso sí, desde el respeto. Un modo de hacerlo, puede ser tácitamente; es decir, con el silencio (Aunque tal modo, a veces, puede herir) si consideramos un absurdo entrar al debate o que la cosa es bizantina.
Este foro es, ha sido, y esperemos que siga siendo, un foro tolerante en la forma- el fondo, cada cual tendrá el suyo- y es ahí, donde debemos ser fuertes. No se trata de ser hipócritas. Tampoco, de dar la impresión de que nos amamos los unos a los otros, cuando no es así. Simplemente se trata de atenernos a la libertad de decir lo que debamos. Si es que queremos que esto no fine, vilmente asesinado por quienes nada hicieron para que naciese.
Si tenemos problemas con las matemáticas, lo mejor es preguntarle a Pitágoras.
En otro orden de cosas decir que, en las fotos de los carnavales, las señoras están como siempre ¡Guapísimas! Los señores, pues ahí andan, haciendo lo que pueden los hombres. EL Sr. PISAERA, está el tío hecho un mozo. ¡San Polvorón Bendito, os habéis escapao este año!
Este rollo, tiene el Vº Bº del Ilmo. Sr. REALITO., presidente de la cosa. Un saludo afectuoso para todos. PC