Este Romance se lo dedico a BALEARES y a PISAERA, Felicidades. Loren nos tiene bien informadas y no se nos escapa una.
También se lo dedico a JULIÁN, no es su santo pero se lo dedico porque sí. Un abrazo para los tres.
ROMANCE DE LAS TRES CAUTIVAS
A la verde, verde
a la verde oliva
donde cautivaron
a tres cautivas.
¿Cómo se llamaban
esas tres cautivas?
La mayor se llamaba Constanza
la del medio Lucía
y la más pequeña
la llamaban Rosalía.
Constanza amasaba,
Lucía cernía
y la más pequeña
agua le traía.
A los tres caminos
que fue Rosalía
se ha encontrado a un viejo
en la fuente fría.
¿Qué hace usted, buen viejo
en la fuente fría?
Vengo preguntando
por mis tres cautivas.
¿Cómo se llamaban
esas tres cautivas?
La mayor Constanza
la del medio Lucía
y la más pequeña
la llaman Rosalía.
Es usted mi padre
y yo soy su hija
y voy a llamar ahora
a mis dos hermanitas.
También se lo dedico a JULIÁN, no es su santo pero se lo dedico porque sí. Un abrazo para los tres.
ROMANCE DE LAS TRES CAUTIVAS
A la verde, verde
a la verde oliva
donde cautivaron
a tres cautivas.
¿Cómo se llamaban
esas tres cautivas?
La mayor se llamaba Constanza
la del medio Lucía
y la más pequeña
la llamaban Rosalía.
Constanza amasaba,
Lucía cernía
y la más pequeña
agua le traía.
A los tres caminos
que fue Rosalía
se ha encontrado a un viejo
en la fuente fría.
¿Qué hace usted, buen viejo
en la fuente fría?
Vengo preguntando
por mis tres cautivas.
¿Cómo se llamaban
esas tres cautivas?
La mayor Constanza
la del medio Lucía
y la más pequeña
la llaman Rosalía.
Es usted mi padre
y yo soy su hija
y voy a llamar ahora
a mis dos hermanitas.
MARGA V. Bonito romance el que me dedicaste. Con dedicatorias así, a uno no le importa cumplir años, cuanto más celebrar su santo. A mi, hace tiempo que me da “tirria” celebrar años, creo que desde que tengo conciencia que pasan rápidos; parece que la celebración de la onomástica es más llevadera, pero es sólo una cuestión mental, porque irremediablemente el tiempo pasa de igual manera.
La tía Maximina, la mujer, os habrá dejado un buen legado de recuerdos y anécdotas, a la vista de la retahíla de cuentos y romances que cada día nos muestras. Debía ser una mujer que tenía muy bien “asentá” la cabeza, para poder recordar todo eso.
Siempre se dice que hay personas que tienen la cabeza muy bien "amueblá", con cada cosa en su sitio, así que cada vez que buscan algo, lo encuentran. Otras, en cambió, la tienen, o tenemos, desordenada, y no encontramos nada de lo que buscamos, y a eso se le llama tener muy mala cabeza. Al final la memoria es la capacidad de almacenar y controlar lo almacenado, y es directamente proporcional a lo bien que la tengas ordenada. No quisiera perder la cabeza, pero ahora mismo no sé a cuento de qué te digo esto: ¡cómo tengo la “chinostra”, madre!
Te mando un bombón de chocolate y tú lo rellenas de lo que más quieras, que me han dicho que el chocolate es muy bueno para la memoria, ¡a ver si, por lo menos, potencias algo de lo que heredaste de la Abuela!
PD Marga V., perdóname la broma de la parte última de esa despedida un “poquino” despiadada que he tenido contigo. Sé que tú estás llena y rebosante de valores y virtudes, tantos como la Abuela.
La tía Maximina, la mujer, os habrá dejado un buen legado de recuerdos y anécdotas, a la vista de la retahíla de cuentos y romances que cada día nos muestras. Debía ser una mujer que tenía muy bien “asentá” la cabeza, para poder recordar todo eso.
Siempre se dice que hay personas que tienen la cabeza muy bien "amueblá", con cada cosa en su sitio, así que cada vez que buscan algo, lo encuentran. Otras, en cambió, la tienen, o tenemos, desordenada, y no encontramos nada de lo que buscamos, y a eso se le llama tener muy mala cabeza. Al final la memoria es la capacidad de almacenar y controlar lo almacenado, y es directamente proporcional a lo bien que la tengas ordenada. No quisiera perder la cabeza, pero ahora mismo no sé a cuento de qué te digo esto: ¡cómo tengo la “chinostra”, madre!
Te mando un bombón de chocolate y tú lo rellenas de lo que más quieras, que me han dicho que el chocolate es muy bueno para la memoria, ¡a ver si, por lo menos, potencias algo de lo que heredaste de la Abuela!
PD Marga V., perdóname la broma de la parte última de esa despedida un “poquino” despiadada que he tenido contigo. Sé que tú estás llena y rebosante de valores y virtudes, tantos como la Abuela.
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