“Esto me pasa por llamarme TOMÁS”
Cuánto cariño y cuánto desvelo,
me siento como un niño
cargao de caramelos.
La mañana, tarde y noche,
con los mofletes sonrojaos
y con las orejas colorás,
me preguntaba una y otra vez,
¿quién se estará acordando de mí,
si ni un vaso de vino bebí,
y en ayunas estuve con un café?;
…..
hasta que decidí comer,
¡y bien que comí!.
No sabía ni “el cómo” ni “el porqué”;
no sabía si la culpa la tenía la tensión,
o el café, o mi abundante gravidez;
o porque ya empiezo a tener, madura mi madurez.
Llevaba todo el día mirando de reojo,
hasta que entré en el FORO y caí en la cuenta
que el motivo de mi sonrojo,
no era por tener el motor al rojo,
ni por tener más de cincuenta.
Qué alegría me he llevado,
al verme en vuestros escritos reflejado,
y comprobar que el motivo fue,
que cada uno de vosotros
me dedicasteis un momento
al meterme en vuestros pensamientos;
¡qué bello ha sido “el cómo”!
¡qué bello ha sido “el porqué”!.
Así que me he ido al Corte Inglés
y en el club del gourmet os he comprao
un carrao de bombones,
rellenos de corazones.
Y esto es lo que esta noche os mando,
antes de que os acostéis;
personalmente os lo iré dedicando,
tal y como os lo merecéis.
Siempre recordaré que esto bueno, que me ocurrió en el día de hoy, me pasó por tener grandes AMIGOS, con independencia de llamarme TOMÁS.
UN FUERTE ABRAZO A TODAS Y A TODOS
Cuánto cariño y cuánto desvelo,
me siento como un niño
cargao de caramelos.
La mañana, tarde y noche,
con los mofletes sonrojaos
y con las orejas colorás,
me preguntaba una y otra vez,
¿quién se estará acordando de mí,
si ni un vaso de vino bebí,
y en ayunas estuve con un café?;
…..
hasta que decidí comer,
¡y bien que comí!.
No sabía ni “el cómo” ni “el porqué”;
no sabía si la culpa la tenía la tensión,
o el café, o mi abundante gravidez;
o porque ya empiezo a tener, madura mi madurez.
Llevaba todo el día mirando de reojo,
hasta que entré en el FORO y caí en la cuenta
que el motivo de mi sonrojo,
no era por tener el motor al rojo,
ni por tener más de cincuenta.
Qué alegría me he llevado,
al verme en vuestros escritos reflejado,
y comprobar que el motivo fue,
que cada uno de vosotros
me dedicasteis un momento
al meterme en vuestros pensamientos;
¡qué bello ha sido “el cómo”!
¡qué bello ha sido “el porqué”!.
Así que me he ido al Corte Inglés
y en el club del gourmet os he comprao
un carrao de bombones,
rellenos de corazones.
Y esto es lo que esta noche os mando,
antes de que os acostéis;
personalmente os lo iré dedicando,
tal y como os lo merecéis.
Siempre recordaré que esto bueno, que me ocurrió en el día de hoy, me pasó por tener grandes AMIGOS, con independencia de llamarme TOMÁS.
UN FUERTE ABRAZO A TODAS Y A TODOS