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MEMBRIO: No sabía nada de la vida de San Julián, eso que tengo...

9 de enero

Santos y Basilisa
(† ca. 304)

La familia de Julián vivía en la ciudad de Antioquía, durante el siglo IV. El recibió una formación esmerada en la ciencia y en la piedad, dirigida a constituir una continuación de la vida noble de sus antepasados. Lo cual incluía el contraer un matrimonio digno de su rango.

Al insistir sus padres que contraiga desposorios y matrimonio, se le cierran a Julián los caminos de la virginidad que un día había prometido al Señor. Ante esta actitud paterna, Julián pide unos días para deliberar calmadamente una decisión tan seria en la que se ventila la cuestión de seguir a Jesús o desobedecer a sus padres. En este punto dice la leyenda que Julián conoce por revelación del cielo la esposa con la que podrá guardar la anhelada virginidad.

Con un suave olor de flores - y seguimos copiando la leyenda - los novios Julián y Basilisa son arrastrados hacia el amor de la virginidad, apareciéndoseles Nuestro Señor Jesucristo aprobando la determinación de conservarse intactos. Acompañan a Cristo un cortejo interminable de santos y santas vírgenes, entre cuyo desfile grandioso y ante la expectación de los celestes ejércitos ven sus nombres como en un letrero inmenso.

Esta aparición fue para Basilisa y Julián como una jura de bandera, con estruendo de clarines y con sonar de armonías inolvidables. Al poco tiempo mueren los padres de Julián y ambos recién casados se retiran y fundan sendos monasterios.

El sitio donde se apartó Julián era un campo árido; pero allí se reunirían gran cantidad de personas deseosas de recogimiento. El espíritu los lanzaba al desierto, como sucederá en todas las épocas de la historia. Piedra a piedra fueron levantando el edificio donde reposar el cuerpo mientras trabaja la mente en sublimes y divinos pensamientos. La finalidad que estos monjes perseguían al venir en torno a San Julián era imitar a Cristo en su cuaresma, hasta que el hambre mordiese sus entrañas, aun cuando su imaginación les sugiere convertir milagrosamente las piedras en panes, venciendo así al eterno tentador con la irrefutable contestación de que el hombre vive también de las palabras salidas de la boca de Dios.

No sabía nada de la vida de San Julián, eso que tengo algún amigo y también pariente que se llaman así.

¡Qué EXTRAÑAS nos parecen las vidas de estos santos en nuestros días...! Nos parecen IRREALES, un "CUENTO", "FANTASÍA"...

Y es que nos cuesta volver atras en el tiempo, cuando éste es tan lejano...

Más aún cuando al hablar de "SU EXPERIENCIA ESPIRIRUAL", se utilizan esas palabras y florituras adornando esos momentos de la vida del joven Julián y su esposa. ("Suave olor de flores, "cortejo de santos", "celestes ejércitos", "letrero con sus nombres", ""lanzarse al desierto"...)

Realmente hoy no se comprende esos comportamientos. Me he quedado pensativa...
Pero al momento me di cuenta de que hoy, en nuestros días, las personas que intentamos seguir a Cristo también hacemos cosas que los demás no comprenden.

¿Qué pensará un joven de 25 años si ve que su compañero de facultad, de taller, de andamio, antes de empezar la jornada ordinaria se levanta más temprano para acudir a misa, junto a una viejecita de 90 años, una madre de familia numerosa de 40...

No digamos si con 25 sus amigos se enteran de que ha decidido vivir virgen hasta el momento del matrimonio; bueno, no de 25, sino una niña que diga eso mismo con 14... sería el "hazmereir" de los compañeros del cole.

Son comportamientos que a muchas personas les es imposible comprender.

Por eso, no le demos más vueltas al asunto de Julián y Basilisa, y que lo crea que celebre la fiesta EN PAZ.

¡FELICIDADES a los que se llamen JULIÁN y BASILISA! ¡Que sus patronos intercedan por ellos!

¡Feliz domingo a todos!