UN RATITO CON JUAN RAMÓN
La noche cae, brumosa ya y morada. Vagas claridades malvas y verdes perduran tras la torre de la iglesia. El camino sube, lleno de sombras, de campanillas, de fragancia de yerba, de canciones, de cansancio y de anhelo. De pronto, un hombre oscuro, con una gorra y un pincho, roja un instante la cara fea por la luz del cigarro, baja a nosotros de una casucha miserable, perdida entre sacas de carbón. Platero se amedrenta.
- ¿Ba argo?
-Vea usted…Mariposas blancas.
A todos los poetas foreros- que son muchos, más de los que creemos- En especial a mi amigo Vísperas, que nada le he dicho, aunque lo sabe todo, y a todos los que hicieron posible que este verano en Membrío, se leyese públicamente a los poetas. Saludos. PC
La noche cae, brumosa ya y morada. Vagas claridades malvas y verdes perduran tras la torre de la iglesia. El camino sube, lleno de sombras, de campanillas, de fragancia de yerba, de canciones, de cansancio y de anhelo. De pronto, un hombre oscuro, con una gorra y un pincho, roja un instante la cara fea por la luz del cigarro, baja a nosotros de una casucha miserable, perdida entre sacas de carbón. Platero se amedrenta.
- ¿Ba argo?
-Vea usted…Mariposas blancas.
A todos los poetas foreros- que son muchos, más de los que creemos- En especial a mi amigo Vísperas, que nada le he dicho, aunque lo sabe todo, y a todos los que hicieron posible que este verano en Membrío, se leyese públicamente a los poetas. Saludos. PC
