Hoy, 18 de agosto, se celebra la festividad de:
-Sta. Elena, madre del emperador Constantino.
-San Agapito, Sta. Flora, Sta. Laura, San Máximo y Sta. Juliana, mártires.
-San Fermín, obispo.
-San Ezequiel, agustino.
SANTA ELENA.- Nace pobre, en el seno de una familia pagana.
De joven contempló los efectos de las persecuciones romanas a los cristianos; nunca lo entendió: algunas de sus amigas murieron y ella sólo veía que eran personas excelentes.
Con dones naturales y nobleza de corazón, se enamoró de ella Constancio Cloro, general valeroso, con quien contrae matrimonio a los 23 años.
El 37 de febrero del 274 les nace el hijo que llegó a ser César de Maximiano.
Fue repudiada por su marido por motivos políticos; esto le costó mucho, como también que su hijo pasase a educarse en el palacio junto a su padre, donde se reveló como un fantástico organizador y estratega.
Muerto Constancio, Constantino decide llevarse a su madre a la Corte; en esta época aún no hay certeza histórica de que fuera cristiana.
Aunque Constantino no se bautiza hasta el momento de su muerte, sí se descubre la influencia materna, sobre todo tras el Edicto de Milán, que prohibe la persecución a los cristianos.
Sta. Elena tuvo siempre un deseo altamente repensado que, tras muchos viajes y esfuerzo, vio recompensado: encontrar el madero donde Cristo entregó su vida por todos los hombres.
Cuando finalmente se recuperó, mandó hacer tres partes: una se trasladó a Constantinopla, otra quedó en Jerusalén, y la tercera llegó a Roma, donde se conserva y veneraen la iglesia de la Santa Cruz de Jerusalén.
No sabemos la fecha ni el lugar de su muerte, pero sí que su hijo ordenó el traslado solemne de sus restos a Roma, donde se conservan en la iglesia Ara Coeli, dedicada a Sta. Elena.
-Sta. Elena, madre del emperador Constantino.
-San Agapito, Sta. Flora, Sta. Laura, San Máximo y Sta. Juliana, mártires.
-San Fermín, obispo.
-San Ezequiel, agustino.
SANTA ELENA.- Nace pobre, en el seno de una familia pagana.
De joven contempló los efectos de las persecuciones romanas a los cristianos; nunca lo entendió: algunas de sus amigas murieron y ella sólo veía que eran personas excelentes.
Con dones naturales y nobleza de corazón, se enamoró de ella Constancio Cloro, general valeroso, con quien contrae matrimonio a los 23 años.
El 37 de febrero del 274 les nace el hijo que llegó a ser César de Maximiano.
Fue repudiada por su marido por motivos políticos; esto le costó mucho, como también que su hijo pasase a educarse en el palacio junto a su padre, donde se reveló como un fantástico organizador y estratega.
Muerto Constancio, Constantino decide llevarse a su madre a la Corte; en esta época aún no hay certeza histórica de que fuera cristiana.
Aunque Constantino no se bautiza hasta el momento de su muerte, sí se descubre la influencia materna, sobre todo tras el Edicto de Milán, que prohibe la persecución a los cristianos.
Sta. Elena tuvo siempre un deseo altamente repensado que, tras muchos viajes y esfuerzo, vio recompensado: encontrar el madero donde Cristo entregó su vida por todos los hombres.
Cuando finalmente se recuperó, mandó hacer tres partes: una se trasladó a Constantinopla, otra quedó en Jerusalén, y la tercera llegó a Roma, donde se conserva y veneraen la iglesia de la Santa Cruz de Jerusalén.
No sabemos la fecha ni el lugar de su muerte, pero sí que su hijo ordenó el traslado solemne de sus restos a Roma, donde se conservan en la iglesia Ara Coeli, dedicada a Sta. Elena.