Transcurrido este pequeño intervalo de tiempo, quiero expresar mi más sentido pesame a la familia del amigo Celestino, al que apreciaba de verdad, aunque nada más fuese por nuestra rivalidad deportiva ¡gran culé! y por las largas conversaciones que con él mantenía cuando iba a buscar mi coche al garaje y me lo encontraba regando el patio de su hija, hombre generoso y bueno donde los hubiere, por ello me uno a dolor de su familia y un abrazo para Santi, que es con quien más trato he tenido siempre. Descanse en paz el amigo Celestino y un abrazo para él allá donde esté.
Quiero sumarme, (amigo antidoto. 50) a este pequeño homenaje que haces al bueno de PITILLO. Lo hago así, con su nombre más popular, porque creo contar con su permiso.
Hombre bueno donde los haya. No hace un año todavía recuerdo una anécdota. Estaba sentado frente a su puerta; me dirijo a él y le digo... ¡oye Pitillo!.- ¿Cómo te llamas, que nunca me acuerdo de tu nombre?.- ¡yo, Celestino!. ¡Pero no te preocupes!, cuando no te acuerdes, me llamas Pitillo que me sienta igual de bien y ¡no pasa ná!.
La mayoría de días al levantarme y asomarme a la ventana, al primero que veía y oía por la calle Pavón era él. Parecía el guarda de la calle.
Así que..., CELESTINO-PITILLO, que descanses en paz y que Dios te tenga donde te mereces que seguro que es buen lugar.
Para sus familiares, mi mas sentido pésame. SALUDOS.
Hombre bueno donde los haya. No hace un año todavía recuerdo una anécdota. Estaba sentado frente a su puerta; me dirijo a él y le digo... ¡oye Pitillo!.- ¿Cómo te llamas, que nunca me acuerdo de tu nombre?.- ¡yo, Celestino!. ¡Pero no te preocupes!, cuando no te acuerdes, me llamas Pitillo que me sienta igual de bien y ¡no pasa ná!.
La mayoría de días al levantarme y asomarme a la ventana, al primero que veía y oía por la calle Pavón era él. Parecía el guarda de la calle.
Así que..., CELESTINO-PITILLO, que descanses en paz y que Dios te tenga donde te mereces que seguro que es buen lugar.
Para sus familiares, mi mas sentido pésame. SALUDOS.