Muchas gracias, Membrillera. Tienes razón, se lee de corrido (no creo que sea cuestión de inteligencia) La realidad, es que, efectivamente, nos pasamos la vida construyendo el castillo de arena, y una vez se lo llevan las olas, sólo permanece la amistad, el amor y el cariño; y las manos de aquellos que son capaces de hacerte sonreir. Un saludo p'a ambos e dos. Y... nos queda uno. Lo dicho. PC