Encinita, que me alegro hayas venido purificada y te acordases de nosotros.
Te llamaré por teléfono porque hay mucho que contar, pero hoy estaré un poquito en el teclado, saludando.
Cuando me llamastes estaba cambiando a Quique, me lo dijo mi hija, después nos fuimos Pepi, Jacita y yo a la
reunión forera, que me estaban esperando en
casa.
Al llegar a casa, tuve invitados para cenar y hoy imposible. Ya te contaré, o mejor dicho contaré algo para todos. Un abrazo para los dos,
Alondra muy
... (ver texto completo)