El pulpo del Guadiana, me consta, tiene más brazos y es más amable. Es un pulpo que no se desorienta en el Atlántico, como el gallego. ¿Te extraña, Asun? Es verdad, yo lo he visto, aunque no lo he probado. Un pulpo trilógico. Un pulpo que aúna la cosa esa del espíritu de cuerpo, camaradería, etc., Parece mentira, pero es así. Pero, yo no lo he probado, aunque me consta. Por eso- y mi amigo Víspera lo corroborará- decidí encargarlo a él de dicho animal. Por cierto, la mejor crónica leía por estos mis ojos, respecto al centro del campo del la maquina futbolera, la ha llevado a cabo un madridista. Uno a quien le gusta el teatro- gente sensible a las artes y las letras- El tal Vísperas. Obviamente, la tila era para mi querido primo Antídoto50, al que el color blanco le obnubila la percepción maravillosa de lo grana en primavera; y del azul, ese color excepcional con el que Juan Ramón simbolizaba lo sublime. Se os quiere. PC