BODES, amigo nuestro. Lo mismo te metes una paella, te bailas una sevillana que nos sales con Benedetti. Lo tuyo es que no tiene desperdicio. "Aunque el miedo muerda...". Bueno, bueno. Gracias por tus cosas, amigo. PC
Amigo PC, tú también lo has recibido, mira en tu correo; yo iba a reenviártelo, pero he visto que no es necesario.
Te pido que lo acojas como enviado por mí también, para que un día te decidas a pintar también caballos.
Espero que te guste tanto como a mí. (¡Qué belleza...!)
Te pido que lo acojas como enviado por mí también, para que un día te decidas a pintar también caballos.
Espero que te guste tanto como a mí. (¡Qué belleza...!)
Querida, Amapola. Has provocado en mí un desasosiego de inquietud que no sé dónde buscar para sentirme querido. ¡Belleza! ¡Espíritu! ¡Amor!. ¿Que tengo que mirar en mi correo? ¿Dónde está mi correo? Yo no puedo pintar caballos; podría montarme en uno, como cuando era niño y pasaba la rivera en su crecida. Como cuando veía a mi amigo Pedro con su yegua parda, en aquellas carreras por el manantío. El manantío murió vilmente atrofiado por la evolución patética de las piedras. Un manantío; el otro permanece impertérrito. Nunca se agotó. Me parece que era ese manantío donde Vísperas y yo, vimos pasar a Pisaera MIM, con su padre, discutiendo sobre la burra. ¡Amapola! veré el correo y procuraré interiorizar si eres mi único amor. Beso al estilo churrigueresco. PC